VÍDEOS: Decenas de jóvenes se cuelan en los búnkeres de El Carmel

Calma tensa en el barrio de El Carmel de Barcelona. Tras meses de graves problemas de convivencia de los vecinos con los turistas, que acudían en masa a las baterías antiaéreas del Turó de la Rovira y celebraban fiestas y botellones que se alargaban hasta altas horas de la madrugada, la situación lleva varias semanas más relajada, pero eso, explican los vecinos, no significa que se haya solucionado el conflicto.

Según han relatado a Metrópoli, ya no hay tanto ruido hasta bien entrada la madrugada. "Gracias a la presión policial", los vecinos han recuperado el sueño, y es que la Guardia Urbana lleva meses haciendo batidas por la zona, confiscando bebidas alcohólicas y desalojando el espacio de los miradores cuando se producen grandes aglomeraciones. También han regulado el tráfico en varias de la calles que se habían convertido en intransitables debido a la gran cantidad de VTC y Taxi que llevaban a miles de jóvenes cada día a los miradores.

VALLADO INEFICAZ

El Ayuntamiento, por su parte, completó el pasado abril las obras de vallado de toda el área e incluso puso un horario. Horario, por otra parte, que cada día docenas de personas se saltan, escalando por las vallas colándose en el interior. Si matizan los vecinos a este digital que no parece que se hagan botellones, ni mucho menos las grandes fiestas con DJ y amplios equipos de música.

Con todo, los testimonios con los que ha hablado este medio aseguran que están "más tranquilos", si bien dejan claro que el vallado y la restricción horaria son dos medidas que han fracasado y no impiden que, cada noche, siga habiendo persona en un rincón del barrio con algunas de las mejores vistas a la ciudad.