Este es el barrio más pequeño de Barcelona: alma de pueblo con huertos y casas bajas
Es uno de los núcleos de población más antiguos del distrito de Horta-Guinardó
9 marzo, 2024 15:11En medio del ajetreo y el bullicio de la gran ciudad, en Barcelona se encuentra un pequeño oasis escondido que cautiva a sus visitantes con su encanto rural y su ambiente tranquilo. Es el barrio de La Clota, una zona con alma de pueblo situado en el distrito de Horta-Guinardó, se destaca por sus huertos y sus casas bajas que evocan la nostalgia de tiempos pasados.
Pasear por este barrio barcelonés es hacerlo por un escenario casi rural, congelado en el tiempo, y muy diferente al de la Barcelona más conocida. Los vecinos son hijos y nietos de agricultores, de las populares lavanderas de Horta y de artesanos de toda la vida, según explica el consistorio.
Uno de los más antiguos
Con calles que serpentean entre antiguas casas de piedra y pequeñas plazas sombreadas por árboles frondosos, La Clota ofrece un escape del ritmo frenético de la ciudad. Aquí, los residentes disfrutan de una calidad de vida tranquila y conectada con la naturaleza, donde los huertos urbanos son un lugar común para cultivar.
Situada en una hondonada entre los barrios del Carmel, la Vall d’Hebron y Horta, la Clota es uno de los núcleos de población más antiguos del distrito. Su origen se produce a partir de la llanura de Can Tarrida, una antigua masía del siglo XIII desaparecida por la apertura de la avenida del Estatut.
Ambiente rural y tranquilo
El crecimiento urbano de la Clota ha sido muy poco intenso, por lo que ha conservado su condición semirrural a causa de una circunstancia heredada del planeamiento urbanístico a mediados de los años sesenta.
Sus habitantes tienen una gran conciencia de barrio a causa de sus características singulares, que lo han mantenido durante mucho tiempo aislado de su entorno, y la persistencia de familias de diversas generaciones. Durante muchos años han vivido con precariedad de servicios y en muchos casos en malas condiciones, pero ahora constituyen un reducto casi idílico, único en la ciudad.
En resumen, La Clota de Barcelona es mucho más que un simple barrio: es un refugio donde el tiempo parece detenerse y la vida se saborea con calma. Con sus huertos, casas bajas y sentido de comunidad, este rincón con alma de pueblo sigue siendo un tesoro oculto para aquellos que buscan un estilo de vida auténtico y conectado con la naturaleza en medio de la gran ciudad.