El quiosco modernista de la Font d’en Fargues acelera su apertura como bar. El Ayuntamiento de Barcelona ha sacado a licitación este histórico recinto del distrito de Horta para convertirlo en un chiringuito que venda comida y refrigerios, con una terraza para 40 personas y tres lavabos anexos. 

Las obras están terminadas, tanto en el exterior como en el interior, y solamente falta que una empresa comience a gestionarlo. El consistorio ha abierto el plazo para que las compañías presenten sus ofertas y se decida qué propuesta es la más atractiva. El contrato tendrá una duración de cuatro años y el cánon será de 3.000 euros anuales como mínimo.

La protección del recinto, un punto clave del contrato

En el pliego, el consistorio se ha cubierto las espaldas para evitar cualquier desperfecto en este emblemático recinto, que ha sufrido durante muchos años actos vandálicos. El contrato señala que “dada su importancia histórica y cultural, el titular de la concesión tiene prohibido cualquier acción que deteriore el espacio” y prohíbe la celebración de fiestas, eventos o barbacoas, así como la música en altavoces o en directo.

El quiosco estará abierto todos los días del año, incluido festivos, vísperas de fiesta y fines de semana. En verano, su horario será normalmente de 10:00 horas a 21:00 horas, mientas que en invierno cerrará a las 19:00 horas. El bar podrá ofrecer bocadillos calientes preparados en una plancha, pero en ningún caso elaborará fritos o comida al horno, debido al riesgo de incendio. 

El quiosco modernista en el pasado ARCHIVO

La licitación valorará positivamente que el operador del quiosco-bar realice actividades sociales y lúdicas para favorecer la relación con entidades del barrio y culturales del distrito de Horta-Guinardó. 

El Ayuntamiento se vuelca con la Font d'en Fargues

El proyecto se enmarca dentro de la recuperación patrimonial del barrio de la Font d'en Fargues, unas obras que comenzaron el año pasado y que han respetado la apariencia y materiales originales del quiosco. En los entornos, el Ayuntamiento ha habilitado una zona de pícnic, área de juegos infantiles y pistas de petanca, que han disparado la afluencia de vecinos y paseantes. El coste de la rehabilitación ha ascendido hasta los tres millones de euros.

La zona se abrió al público el pasado febrero y ahora solo le falta la guinda del pastel: el bar-quiosco. Este fue construido a principios del siglo pasado por el arquitecto Roc Cot, como parte de una zona de merendero al lado de la fuente donde las familias iban a pasar los días de verano.