Prosigue la investigación del brutal accidente que tuvo lugar el pasado lunes por la tarde, cuando un autocar de la empresa Autocares Julià arrolló dos coches aparcados y, como consecuencia, el transporte y uno de los turismos terminaron empotrándose contra una boca del metro de la estación de El Carmel.
Diversos testigos de los hechos mencionan que el conductor del vehículo, estacionado entonces en doble fila, había bajado del mismo y había también ayudado a desencochar a un grupo de niños que volvían de excursión, ha avanzado betevé.
De pronto, mientras estaba fuera, fallaron presuntamente los frenos del vehículo, por lo que el conductor intentó subir rápidamente para evitar que se desbocara. Fue en este proceso, cuando el vehículo perdió el control, que arrolló a dos coches aparcados y terminó precipitándose sobre la boca del suburbano. La Guardia Urbana continúa investigando las causas del accidente.
El conductor y un pasajero del metro, heridos
En este proceso, el conductor sufrió heridas de carácter leve. En un estado similar terminó un usuario del suburbano que en ese momento salía por la boca del transporte público subterráneo. Los dos fueron trasladados a un hospital.
Un día después de los hechos, la entrada a la estación de la calle de Llobregós ha quedado clausurada. Los bomberos ya han podido retirar los vehículos y TMB se encargará de las reparaciones de los daños en la entrada. A la estación solo se puede acceder por la boca ubicada en la plaza de Pastrana.