El 24 de marzo se celebra la enfermedad más invisible que padecen las mujeres, y yo os quiero contar cómo es vivir con ella.

Pongamos que me llamo Irene. Estoy sentada en posición fetal. Sudando en pleno invierno. Estoy muy cansada. Todo el mundo a mi alrededor me dice que viva la vida con más energía y me queje menos, pero ya no la tengo.

 

BMagazine - Endiometrosis

 

Me cogen fiebres altas acompañadas de dolor, desmayos, e incluso he acabado en varias ocasiones en la sala de urgencias y con un diagnóstico diferente: Cólico Nefrítico, Apendicitis, Mononucleosis, Salmonela o intestino irritable. Al final nadie sabe nada,  y yo me muero por dentro. Vivo con dolor.

Mi humor empieza a cambiar, me vuelvo obsesiva compulsiva, y reacciones para distraerme del dolor. Siento que me estoy muriendo. Mi mundo empieza a ser una putada, sé que algo dentro de mí no va bien, pero durante 4 años nadie sabía decirme que me pasaba.

Los dolores no me dejan dormir ni andar. Éste dolor no solo esta jodiendo mi vida, también la de los que me rodean hasta que me voy a vivir a Londres. Allí encuentro a un gran especialista que por fin, me dice lo que me pasa y siento que ese día cambiará el resto de mi vida: Bienvenida, maldita Endometriosis, la enfermedad invisible de la mujer.

 

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Lo peor estaba por llegar, cuando me informan de que no tiene cura y que tendré que vivir con ella el resto de mi vida. Aunque el doctor me dice sonriendo lo orgullosa que debo estar de mi misma, pues este dolor está comparado con tener trillizos. Para mi no es consuelo. Siento mucha lástima por todo lo que mi cuerpo ha tenido que soportar, sin poderme quejar demasiado, y aun hay más: la Endometriosis tampoco se puede ver a través de una ecografia, tienen que operarme para confirmarlo.

Y es ahí cuando me pregunto… ¿Qué narices es la Endometriosis y dónde está? Me explican que es un tejido que crece fuera del útero, cuando tendría que crecer dentro. Este tejido es peligroso, ya que si no se coge a tiempo puede que no te permita tener hijos y puede que tengan que sacarte el útero y ovarios.

La operación a la que me someteré es sencilla. Me sacarán la zona afectada y la analizarán para confirmar su gravedad. Al día siguiente estaré en casa, aunque me dicen que puede volver a crecer, y es ahí cuando recuerdo que no hay cura, y que es una de las primeras causas de la infertilidad.

Así que tendré que vivir, no solamente con dolor, sino con la duda de si algún día podré ser madre. Desde entonces me pregunto porqué no se invierte dinero en encontrar una cura a una enfermedad que sufren 170millones de mujeres en el mundo.

La respuesta llega a la vez que la pregunta; La endometriosis está relacionada con uno de los muchos tabúes que sufren las mujeres. La menstruación. 

Para vosotras, las luchadoras, recordad: “ You are a warrior- not a worrier”.

 

Fotografia: Nona Duch

Texto: Gina Laline