Un terremoto, así recordamos a Melody los que crecimos con sus canciones. La niña prodigio que lideró las listas de éxitos con las canciones De pata negra o El baile de los gorilas ahora es una mujer de 28 años que tiene las cosas muy claras.
Melodía Ruiz Gutiérrez nació en el seno de una familia de artistas. De muy pequeña aprendió lo que significaba la música y su máxima siempre fue sentirse una más de esa pequeña comunidad artística: “Todo ha ayudado un poco. Vengo de una familia de artistas y me he criado en ese mundo. De pequeña siempre veía a mi padre actuar en diferentes escenarios y creo que eso me tocó”.
La prematura artista tenía ese algo que hace falta, eso que los andaluces llaman duende, por eso cuando grabó su primera maqueta y fue reconocida le vino todo ‘de sopetón’: “Cuando el Fary escuchó la maqueta nos mandó a Madrid. Nosotros no sabíamos cómo iba a ir todo. Hay cosas que uno no puede controlar, salen de una manera y acaban siendo como una lluvia de confeti que llega a todas partes”.
UNA INFANCIA ATÍPICA
Con tan solo 10 años sus productores musicales la embarcaron en una gira que la llevó por todo el mundo. Alejada de su familia y con un trabajo que desgastaría a cualquier adulto, la sevillana aprendió a ser una profesional: “Trabajar desde tan jovencita te da unas tablas, un saber estar, un conocimiento increíble”.
Aunque podría haber resultado un trauma, o un robo de inocencia, Melody lo tomó como una experiencia que recuerda con muchísimo cariño: “Para mí fue un honor poder visitar tantos países. Lo que más me impactó fue ver como el público de diferentes nacionalidades conectaba tanto conmigo. Si volviese atrás me encantaría vivir de nuevo lo que viví, me hizo aprender muchas cosas”, “Estoy muy orgullosa de todo lo que he hecho pero lo que más feliz me hace es haber hecho dichosa a tanta gente”.
UN ANTES Y DESPUÉS PARA PODER RESPIRAR
Durante un tiempo se retiró de la música y se le perdió la pista: “Quien se dedica a la música tiene que ser consciente de que no siempre se puede estar arriba del todo. Es como el mar: Ola, subida, bajada. Es normal, entra nueva gente, tu mismo como persona necesitas tu tiempo. Hubo un tiempo en el que me retiré, para seguir con mis estudios y encontrarme a mi misma. Y lo más importante, saber lo que realmente quería hacer”.
La música no siempre asegura un futuro prometedor, aunque no es el caso de Melody, solo el trabajo duro y la constancia le ha hecho volver a estar en boca de todos: “Cuando hay algo de verdad, no se desvanece con el tiempo, se puede volver, pero no es tan fácil. Hay que trabajar mucho, hay muchas trabas”.
Para seguir en el mundo de la música la artista ha tenido claros algunos principios: “A lo largo de mi carrera he tenido una paciencia infinita, he sabido esperar e incluso he dicho que no a muchas propuestas con las que no me veía identificada”. “Cada día tengo más claro es que lo más importante es como tu te sientas con tu trabajo. Es lo que irradias a la gente, eso es lo que ha pasado conmigo. He conectado mucho con el público porque se me ha visto real, de corazón”.
CAPITANEA SU BARCO
Aunque su aspecto sea el de una chica joven, que quiere divertirse y vivir la vida, Melody sabe de lo que habla cuando describe el mundo musical. Su experiencia le ha hecho prescindir de las productoras y plantearse ser su propia jefa “Si tienes una gran productora detrás estarás siempre presente, sonarás constantemente en la radio. Por supuesto hay artistas que llevan toda la vida y están consagrados, pero también hay gente que tiene muchos contactos y enchufes”. “Soy mi propia productora porque considero que el tiempo pasa y uno no puede esperar a nada. Tú tienes que seguir hacia delante, porque hay tantas cosas que se pierden en el camino por esperar. Cuando yo empecé había momentos muertos, no sabían como tratar mi carrera, por eso me rodee de un buen equipo y tire para adelante, para conducir tu barco tienes que estar ahí el primero”.
Ahora se adentra en uno de los proyectos más relevantes de su carrera. Con un grado de madurez considerable ha encontrado lo que realmente quiere hacer y cual es su camino: “Todos los artistas tenemos que tener la mente abierta y adaptarnos a los cambios. No hay que perder la esencia, pero debemos actualizarnos para que nuestra música suene moderna y coherente con la época en la que estamos”.
UN NUEVO PASO HACIA LA MÚSICA INTERNACIONAL
Rúmbame es el primer single de esta nueva etapa, sorprende que una artista que siempre ha defendido la música española, adopte ritmos latinos y un toque de reguetón: “Por supuesto para mí es súper importante no perder la esencia. Esta canción tiene un punto muy racial, latino y folclórico, porque yo soy así. Es algo muy moderno, de nuestra tierra y es parte de mí. Yo no canto reguetón, lo respeto y hay canciones que me gustan mucho, pero no es mi estilo, pero hay que estar a la moda por eso solo tiene un punto”.
Con esta canción ha querido dejar claro que sigue presente. Durante un tiempo corrió un bulo en Latinoamerica que aseguraba que Melody había muerto, por eso, con esta canción pretende que la gente sepa que sigue al pie del cañón: “Hay discos que no se han escuchado tanto, pero se que son buenos y que con el tiempo se escucharán. Yo estoy aquí por todo lo que he hecho anteriormente. Por eso quiero que contar que sigo siendo yo, que no he cogido atajos, como mucha gente hace. Lo he hecho todo con cariño, he escogido el camino más largo pero mi conciencia la tengo tranquila”.
Melody no es ingenua, sabe que le costará mucho llegar a donde estuvo cuando tan solo era una cría. Es consciente de que quizás jamás vuelva a estar en ese lugar, pero ¿porqué no intentarlo?: “No tengo prisa por volver a estar en el ‘top ten’ como lo estuve en mis inicios. Voy poquito a poco, quiero que la gente me conozca. Y así volveré a coger credibilidad”.
BARCELONA, UNA CIUDAD CON MAGIA QUE ENCANDILA A LA ARTISTA
Aunque las raíces andaluzas tiran, Barcelona es una de las ciudades que más aprecia. La cantante considera que existe una especie de magnetismo y encanto que otras no tienen: “Me gusta Barcelona porque es una ciudad muy moderna, cosmopolita, la gente va como quiere. Aquí parece que nadie arrebata la personalidad de cada uno, ni critica por ir diferente. Es una ciudad preciosa por su mar, su arquitectura, es una ciudad con mucha magia”.
Es inteligente, y su paso por la ciudad condal le hace ver cual es la situación que se vive actualmente: “Siempre he sido una persona muy respetuosa, no entiendo mucho de política porque me quita inspiración. Pero lo que sí que sé es que cada uno puede tener su opinión y desear lo que deseé, pero por encima de todo tenemos que respetarnos y no criticarnos. Estoy muy orgullosa de ser española, llevo mi tierra por todo el mundo y somos lo que somos porque somos un complemento, pero hay que tener en cuenta las opiniones de todos”.