#Yomequedoencasa es más que un hashtag, es una actitud de colaboración ante la lucha contra la pandemia de coronavirus. Y también un acto de responsabilidad, que no es inútil en ningún sentido, aunque a veces se tenga la sensación de “no estar haciendo nada”.
Al menos, se evita así la propagación del virus, que ya es bastante. Para los que además quieran dedicar parte de este tiempo que están en sus hogares a ayudar a los demás, hay distintas actividades solidarias que se pueden llevar a cabo.
RADARES
Impulsado por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona, Radares es un proyecto creado para paliar la soledad y prevenir situaciones de riesgo de las personas mayores. Se trabaja conjuntamente con distintos agentes de la sociedad para detectar los problemas (vecinos, pequeños comercios, farmacias, entidades de barrio) y transformar cada vecindad en una comunidad solidaria con los más mayores.
El Ayuntamiento de Barcelona ha dispuesto distintas vías de contacto (teléfono: 936 197 311 y correo electrónico: radarsgentgran@bcn.cat) para todos aquellos que quieran convertirse en “radares” y detectar este tipo de soluciones o quieran colaborar para solucionarlas.
CORONAVIRUS MAKERS
Esta comunidad, formada por una red de más de 13.000 colaboradores, tiene como objetivo aplicar la tecnología 3D para fabricar equipos de protección y material sanitario. Esta campaña, que se coordina a través de los canales de Telegram, ha comenzado fabricando pantallas destinadas al personal médico.
En el caso de Barcelona, Coronavirus Makers en Catalunya se gestiona a partir de la Escuela Superior de Diseño y Arte Llotja, que ha cedido sus instalaciones para que sirvan de “centro logístico” desde el que organizar todos los recursos.
FABRICACIÓN DE MASCARILLAS
Ya hay más de 2.000 voluntarios en distintos municipios de Cataluña que se han adherido a esta iniciativa para fabricar mascarillas en casa destinadas al personal sanitario y al resto de servicios públicos. La iniciativa surgió de la compañía de Rubí RobinHat, que se alió con el Ayuntamiento de Sentmenat, quien puso a su disposición el taller de costura de su asociación de vecinos.
A partir de ese momento, se han ido uniendo más particulares, y en la actualidad RobinHat tiene un pedido de 20.000 mascarillas para el Hospital de San Pau, así como para residencias de mayores y colectivos que trabajan en el sector de los cuidados. Para su distribución se está coordinando con el Servei Català de la Salut y en los ayuntamientos de los distintos municipios se informa de cómo contribuir a esta iniciativa.