Hallar una vivienda asequible es como encontrar una aguja en un pajar. En un contexto en el que los precios y las cuotas de alquiler parecen vivir en una galaxia donde la crisis no existe, el Gobierno municipal ha vuelto a tirar de la camiseta a la Generalitat y el Gobierno español, para ver si actúan en materia de vivienda. Tal como ha señalado la teniente de alcalde, Laia Ortiz, estas administraciones han empezado una senda de “abandono progresivo” en la construcción de vivienda pública, precisamente “cuando crece la exclusión social y residencial”.
“Necesitamos una nueva legislación, una modificación de la ley de arrendamientos urbanos que dé estabilidad y que se ponga techo a los alquileres abusivos para frenar la especulación”, ha insistido al regidora. Tal como ha apuntado, la Generalitat debería “aportar unos recursos a la altura de lo que necesitamos” y solicita un giro en la política de sus presupuestos, los cuales deberían “estar al servicio de la vivienda”. Si no cumplen con ello, Ortiz ya ha avanzado que “ pediremos que nos deleguen esta competencia a la ciudad”. ¿Un ejemplo? El Estado. Según la teniente de alcalde, en la última década ha dejado de invertir 1.000 millones de euros en Barcelona.
EL TECHO SE COME LOS INGRESOS
La mayoría de familias que visitan los servicios sociales de Barcelona dedican entre el 60% y el 70% a mantener su hogar, cuando este solamente se debería llevar el 30% de lo que ingresan. Una circunstancia que se debe al alto coste que representa vivir hoy por hoy bajo techo y que el Ayuntamiento pretende revertir mediante la adquisición y gestión de un mayor parque público. El regidor d'Habitatge, Josep Maria Montaner, ha anunciado que el Gobierno busca doblar las 5.600 viviendas que tienen en propiedad o gestiona, hasta alcanzar los 10.000 inmuebles bajo su control.
A día de hoy, el consistorio ya ha comprado 446 inmuebles, los cuales han tenido un coste medio de adquisición y reforma que ronda los 70.000 euros por unidad. Y si bien con una mano compra a privados, con la otra construye. Hasta 26 promociones de vivienda pública están en marcha, lo que supondrá un aumento de 1.822 nuevas viviendas en Barcelona. Un dato de cuatro cifras que, sin embargo, queda pequeño respecto las bonificaciones que aporta el Ayuntamiento a familias en riesgo. Solo en 2016 unas 10.000 familias necesitaron de ayudas sociales directas para no terminar perdiendo su hogar.
"TU TENS LA CLAU"
A pesar que el Ayuntamiento anuncie que dobla y multiplica su esfuerzo para conseguir un mayor parque de vivienda pública asequible, la materialización actual del plan continúa muy verde. Por ahora, la campaña “tu tens la clau”, que busca la donación de viviendas para que su alquiler lo gestione el Ayuntamiento ha conseguido sumar 101 hogares. Pisos que se alquilan en un 20% por debajo del mercado privado, pero que al propietario se le contrarresta con toda una serie de sugerentes incentivos fiscales y de protección.
Por último, otro de los factores que se comentaron mucho en su momento y que ahora parecen haber desaparecido del mapa son las aportaciones de los bancos. Las entidades bancarias han dejado de donar pisos vacíos. Hoy por hoy, de los 250 inmuebles que los bancos han prestado al consistorio, 200 provienen de la Sareb (el popular banco malo). Y de hecho, la bolsa que no hace más que disminuir, ya que las empresas financieras han visto reactivado el mercado en Barcelona. Tal como apuntan desde la administración, en las negociaciones que mantienen con las entidades, parece ser que estas ya “no tienen mucho interés en ir más allá de lo que han ido hasta ahora ”.