La última reunión oficial como miembros del gobierno de Barcelona que ha tenido lugar esta mañana entre la alcaldesa Ada Colau (BeC) y el todavía segundo teniente de alcalde, el socialista Jaume Collboni, no ha tenido precisamente un final feliz. Como tampoco lo tendrá el pacto de gobierno municipal entre las dos formaciones, roto de forma unilateral por los comunes, y cuyo finiquito se hará efectivo como muy tarde el próximo jueves. El encuentro entre Colau y Collboni, que ha durado aproximadamente una hora, ha sido “correcto pero tenso”, según fuentes socialistas, lo que lo convierte en todo un preludio de lo que puede pasar a oartir de ahora entre ambas formaciones en la Casa Gran.
Las mismas fuentes han señalado que, durante la conversación, Collboni ha reprochado a Colau que no se pronunciara a favor de defender el pacto de gobierno con el PSC entre sus bases, una postura que probablemente condicionó que la mayoría de los participantes en la consulta interna de BeC celebrada el pasado fin de semana optara por la ruptura.
CAMBIO DE CARTAPACIO
El cese como concejales de gobierno de los cuatro ediles del PSC, Carmen Andrés, Montserrat Ballarín, David Escudé y el del propio Collboni será efectivo entre hoy y el jueves, plazo del que dispone la alcaldesa para firmar el decreto de alcaldía que permitirá reemplazarlos. La previsión es que el mismo día Colau confeccione un nuevo cartapacio, que se intuye prácticamente idéntico al de la etapa pre-Collboni.
La primera respuesta a la ruptura por parte del PSC no se hará esperar. Esta tarde “no votarán a favor” de los presupuestos municipales para 2018 en la comisión de Economía, aunque todavía está por decidir si votarán directamente en contra u optarán por la abstención. Todo apunta que sin el respaldo de los socialistas la propuesta presupuestaria no prosperará, con lo que se repetirá el proceso del año pasado en el que se aprobaron las cuentas municipales mediante una cuestión de confianza a la alcaldesa.