El Grupo Municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que presentará un ruego en la próxima comisión conjunta del plenario que la ciudad dedique un espacio emblemático al 1-O, dada la trascendencia que tuvieron los hechos acontecidos ese día en el que se celebró un reférendum ilegal que estuvo precedido de cargas policiales desproporcionadas sobre algunos de los ciudadanos que querían ejercer su derecho al voto. El concejal de la formación republicana en Barcelona, Juanjo Puigcorbé, ha declarado que dedicar un espacio a ese jornada sería una forma de rendir homenaje “a los ciudadanos y ciudadanas de Barcelona que de forma cívica y pacífica” protegieron las escuelas y equipamientos en los que se celebraban las votaciones.
El edil de ERC ha definido el pasado 1 de octubre como “una fecha referente en la defensa de las libertades” de Catalunya y también “de los valores universales de la democracia”, algo que, según él, comparten buena parte de los ciudadanos de Barcelona. Puigcorbé ha recordado al gobierno municipal que encabeza Ada Colau que el 21 de septiembre de 2015 (solo unos meses después de la investidura de la alcaldesa), el ejecutivo municipal se comprometió con los republicanos a “revisar y proceder al cambio de los nombres de los viales de la ciudad referidos a la simbología monárquica” de la etapa contemporánea.
El referéndum del 1-0, en el que se pedía a los electores decidir si querían que Catalunya se independizara de España fue declarado ilegal por el Tribunal Constitucional (TC) el 7 de septiembre, pero el Govern de la Generalitat de Catalunya (liderado por la coalición Junts pel Sí), con el apoyo de la CUP. lo organizó igualmente,aferrándose a la Ley del Referéndum refrendada en el Parlament por las mismas formaciones. El TC también consideró ilegal esta ley, en tanto que iba en contra de la Constitución y del propio Estatut d'Autonomia.
SIN RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) solicitó a la Guardia Civil, a los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y varias policías locales que se incautasen de todo el material relacionado con el referéndum. Pero ni el amplio despligue policial, ni las incautaciones de urnas, propaganda y papeletas ni la contundencia de alguna de sus intervenciones consiguió frenar que finalmente se celebraran las votaciones.
A la hora de apertura de los colegios electorales, se registraron varias cargas policiales contra las personas que se habían hecho fuertes en el interior de los centros para defender las urnas. Según el Govern de la Generalidad, la contundencia de la actuación se saldo con 893 ciudadanos heridos, aunque solo cuatro requirieron hospitalización, dos de ellas de carácter grave. También resultaron heridos 431 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil. La comunidad internacional no dio validez a los resultados por falta de garantías y la propia Comisión Europea corroboró su legalidad.