Ahora sí le consta al Ayuntamiento de Barcelona la queja de la Guàrdia Urbana. Hace unos días, el sindicato CCOO de Guàrdia Urbana, el sindicato de agentes de policía local (SAPOL) y la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) alegaban la negativa de Transports Metropolitans de Barcelona para entrar a la sala central del control de vigilancia del metro de la ciudad.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reconocido como “un caso puntual” la disputa entre la Guàrdia Urbana y el jefe de la sala de control de vigilancia del metro que hace unos días negó la entrada de la Guàrdia Urbana, ni siquiera identificándose como cuerpo de seguridad, a la sala de control. El ayuntamiento respondía que ese control no procedía por el caso de los manteros y que “sólo era posible para algunos dispositivos concretos”.
Sin embargo, la #AlcaldessaRespon, sesión organizada por el Col.legi de Periodistes cara a cara con la alcaldesa, no ha motivado a Colau para explicar ‘qué es un dispositivo concreto’, pero sí ha reconocido lo que hace días nadie del ayuntamiento quería explicar. “El acceso de la Guardia Urbana a la sala principal del control de vigilancia del metro se coordina con normalidad. Ya se llevan a cabo controles de videovigilancia con los Mossos d´Esquadra, que sí tienen competencia dentro del metro”, ha respondido la alcaldesa a Metrópoli Abierta en este encuentro abierto con la líder municipal.
El control por videocámara se realiza esporádicamente entre los guardias de seguridad del suburbano, junto con los Mossos d´Esquadra y la Guàrdia Urbana, pero la aldaldesa tampoco ha detallado esta vez cada cuánto tiempo ni en qué ocasiones se realiza este control. Y eso pese a que en las últimas semanas se han detenido a cinco jóvenes por zafarse de los miembros de seguridad del metro y se ha producido una agresión física en la estación del metro de Navas, sin contar con que grupos de manteros siguen campando a sus anchas en el interior de la estación de plaza de Catalunya, donde se produjo hace poco un grave incidente en el que resultó herido de gravedad un guardia urbano. Los manteros son un grupo para el que “se requiere tiempo, recursos y planes de ocupación para resolver su situación”, ha justificado la alcaldesa.
El tranvía a su paso por la avenida de la Diagonal / MA
EL TRANVÍA, LA OBSESIÓN DEL GOBIERNO
La conexión de la plaza de Les Glòries con la de Francesc Macià es uno de los puntos clave de la agenda del equipo de Colau desde el inicio del mandato. La unión del Trambesòs y el Trambaix con el tranvía siguiendo la Diagonal es un proyecto de movilidad que no casa con la mayoría del consistorio municipal y, por tanto, es solo un esbozo estancado. Para la alcaldesa, esta conexión es “todo ventajas”. Mientras el PDeCAT reclama retirar la partida presupuestaria prevista para la obra hasta que no se consiga acuerdo mayoritario, la comisión creada para renegociar el proyecto sigue abierta a posibles modificaciones. "Necesitamos el máximo de acuerdos posible para la ciudad", ha manifestado la alcadesa. Una situación de ´stand by´político que provoca el atasco de algunos proyectos significativos para Barcelona.