ERC exige a Ada Colau que aparque la funeraria pública, al menos hasta el 2022. Esta es la condición que el partido independentista ha puesto como condición para abstenerse en los presupuestos del 2018 que se votarán el viernes en el pleno. Los republicanos también reclaman a Colau que, a partir del próximo junio, ponga en marcha un servicio de entierros baratos en Barcelona, a razón de 1.800 euros, que se hagan directamente desde los cementerios de la ciudad.
"Vemos factible la abstención en los presupuestos porque el gobierno se ha comprometido a aparcar la funeraria pública hasta 2022 y a actuar inmediatamente para rebajar los precios", ha explicado el lider de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch. Según ERC, la clave para abaratar los entierros en la ciudad está en que las empresas operadoras no intervengan y los sepelios se hagan directamente desde los cementerios de la ciudad, de titularidad pública.
SIN VELATORIO
El servicio se empezaría a prestar en el camposanto de Montjuïc y posteriormente se extendería a otros cementarios de la ciudad, en principio Sarrià, Les Corts, Sant Andreu, Poblenou y Sants. El precio de 1.800 euros (con el IVA incluido) incluíria la recogida del cuerpo, el traslado, el ataud y la ceremonia. La tarifa no incluye el velatario en un cementerio. En caso de que los familiares lo pidieran, se podrían habilitar una sala en el propio cementerio por 600 euros más. Entonces, el coste ascendería a 2.400 euros.
La propuesta de ERC llega más de dos años después de que la síndica de greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, alertara de los elevados precios de los servicios funerarios en la ciudad. Vilà reclamó la entrada de nuevos operadores para garantizar la competencia real y reducir los precios de los entierros.
La propuesta de ERC no aclara si los cementerios de Barcelona disponen de salas de velatorio o si disponen de la infraestructura o el personal necesario para custodiar difuntos. Fuentes republicanas reconocen que habrá que hacer reformas en los camposantos, pero que tiene que ser el gobierno que explique cómo se hará.
El gobierno de Colau se ha limitado a decir que valoraban positivamente el avance de las conversaciones para aprobar los presupuestos y que en las próximas horas esperaban cerrar un acuerdo que, en el caso de ERC, incluya el tema de la funeraria. Hace unos días, el PDeCAT ya abrió las puertas a la abstención después de obligar a la alcaldesa a retirar del presupuesto la partida de 400.000 euros para la redacción del proyecto del tranvía por la Diagonal.
La idea de Colau de crear una funeraria pública nunca ha contado con el apoyo político necesario y la primera edil de la ciudad ha tenido que retirar en dos ocasiones --en abril y en noviembre-- el punto del orden del día del pleno por falta de apoyo. La concejal republicana, Trini Capdevila, cree que las seis salas de velatorio que prevé el proyecto de Colau no incidiría en una rebaja de precios. En términos parecidos ya se expresaron las principales empresas que operan en la ciudad, Serveis Funeraris de Barcelona (SFB) y Áltima.
Metrópoli Abierta ha intentado sin éxito recabar la opinión SFB y Áltima sobre la propuesta de ERC. SFB es una empresa público-privada cuyo accionista principal es Mémora, con un 85% de las acciones, mientras que el Ayuntamiento de Barcelona tiene el otro 15%. ERC ha invitado al gobierno de la ciudad a deshacerse de este 15%.