El candidato a las primarias del PDeCAT, Carles Agustí, es partidario de una candidatura independentista única en las próximas elecciones municipales en Barcelona. Agustí, que compite con la exonconsellera Neus Munté, quiere que formen parte de esta lista todos los partidos soberanistas, incluido ERC, al igual que los movimientos vecinales contrarios a la gestión de Ada Colau.
Agustí, de esta manera, ha hecho suyo el discurso de hace unos días de la presidenta de la Federación de Barcelona, Mercè Homs, que defendió una lista de ciudad para conquistar la vara de mando que ahora ostenta Colau. Homs dijo que el eventual ganador de las primarias del partido podría no acabar encabezando la lista al Ayuntamiento si prospera algún tipo de negociación o se forma una especie de JuntsxCat en clave barcelonesa.
ERC HUYE DE LA COALICIÓN
El excomisionado de Participación con el alcalde Xavier Trias dice que el nombre ideal de la plataforma que propone sería "Junts per Barcelona o algo similar". Tendrá que ser algo similar porque el nombre Junts per Barcelona fue registrado por ERC el pasado diciembre y no podrá ser utilizado por ningún partido, salvo que se obtenga el permiso de ERC o los republicanos formen parte del proyecto. Por el momento, el líder de ERC en el consistorio, Alfred Bosch, considera un error repetir este tipo de coaliciones y se muestra más partidario de llegar a consensos a partir del modelo de ciudad.
En un encuentro con los periodistas, Agustí ha afirmado que si gana las primarias y llega al consistorio trabajará para lograr en Barcelona "un sueldo digno", que no baje de los 1.000 euros en 14 pagas. El Ayuntamiento de Barcelona no tiene competencias para establecer un salario mínimo interprofesional, pero Agustí trabajará para intentar alcanzar "un pacto de ciudad" con el sector empresarial y los sindicatos en el que los empleadores se comprometan a establecer esa retribución mínima, "habida cuenta del elevado coste de la vida en Barcelona y el alto precio de los alquileres".
Agustí ha abogado también por llevar a cabo "una segunda descentralización de Barcelona" más enfocada hacia los barrios. Actualmente, desde el punto de vista administrativo, la ciudad está dividida en 10 distritos, y la propuesta del candidato demócrata pasa por dar más poder decisión a los barrios de la capital catalana, que ahora son 73. "La personalidad de la ciudad está en los barrios, no en los distritos", subraya el candidato, partidario de convertir cada barrio en "una unidad política" con una mínima infraestructura municipal.