Ada Colau mueve ficha para pacificar las tensas relaciones entre los distintos sectores que confluyen en Barcelona en Comú. La alcaldesa rebajará el protagonismo de Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde, muy cuestionado por sus tics autoritarios, sus desprecios a la oposición y, sobre todo, por su falta de efectividad. La caída de Pisarello, ausente habitualmente de las comisiones de gobierno, coincide con el relanzamiento de Janet Sanz, que en los últimos meses ha gestionado el acuerdo para la ordenanza de terrazas, la incorporación del 30% de pisos sociales en las nuevas promociones de vivienda y el Espai Barça.
Sanz ha ganado protagonismo tras la ruptura de los comuns con el PSC. Su figura suscita menos tensiones que algunos regidores que anteponen sus principios dogmáticos a las necesidades reales de los ciudadanos. Es el caso, por ejemplo, de Jaume Asens, que se aleja también del círculo de confianza de Colau. Con todo, el gran damnificado de la reestructuración que diseña la alcaldesa con vistas a las elecciones municipales de 2019 es Pisarello. “El primer teniente ha salido del núcleo de confianza de Colau”, asegura una fuente municipal a Metrópoli Abierta.
FIGURA MUY CONTROVERTIDA
Colau asume que Pisarello es una figura muy controvertida. Su último feo al Mobile le pasará factura. El pasado 6 de junio, el primer teniente de alcalde encabezaba la delegación municipal en una cena organizada por los Amics del Passeig de Gràcia que tenía a John Hoffman como invitado de honor. Pisarello, sin embargo, no apareció en el Hotel Casa Fuster y su ausencia fue muy criticada en círculos económicos y entre la clase política barcelonesa. Sí asistieron Alfred Bosch (ERC), Raimond Blasi (PDeCAT), Carina Mejías (Cs), Montserrat Ballarín (PSC) y Javier Mulleras (PP).
Las contantes trifulcas verbales de Pisarello con representantes de la oposición también preocupan a Colau. Lamentable fue su desprecio a Sònia Recasens (PDeCAT) durante una Comisión de Economía y Hacienda de Barcelona. El primer teniente ignoró la intervención de la representante del PDeCAT y su respuesta soliviantó a Recasens y al resto de la oposición. “Siga, que estoy haciendo otras cosas. Hable tranquilamente”, respondió Pisarello, que continuó la conversación con sus compañeros de gobierno. Carina Mejías, presidenta de la comisión, reclamó más respeto a Pisarello.
FORMAS “IMPROPIAS” DE PISARELLO
Mejías, curiosamente, también tuvo un fuerte encontronazo con Pisarello el pasado 16 de mayo. La líder de Cs denunció el “desprecio reiterado” del teniente de alcalde, a quien acusó de “machista” en una discusión que acabó a gritos entre ambos. En la posterior comparecencia ante los medios de comunicación, Mejías denunció que las formas de Pisarello eran “impropias” de un político de su rango.
Pisarello, regidor también del Eixample, ya no forma parte del núcleo duro de Colau, pero falta por ver cuál será su protagonismo en los próximos meses. Su caída puede puede relanzar a Jordi Martí Grau (ex del PSC), el actual gerente municipal.