“Va a suceder, el verano del amor, sé que va a suceder, la revolución sexual”. Así lo pronosticaba la banda indie La Casa Azul, y así lo proclama el Ayuntamiento de Barcelona: con la bandera arco iris. Este jueves, con motivo del Día por la liberación sexual y de género, ha colgado una gran enseña en la fachada que ahora luce junto al lazo amarillo por la libertad de los presos políticos.
El acto (simbólico) lo ha presidido la alcaldesa Ada Colau, acompañada de la concejal de Feminismos y LGTBI, Laura Pérez, y de otros representantes de los distintos grupos municipales.
INDIGNACIÓN DEL COLECTIVO LGTBI
Por su parte, el colectivo LGTBI critica que desde la aprobación de la Ley 11/2014 del Parlament que garantiza los derechos del colectivo LGTBI no se hayan aplicado ni 10 sanciones administrativas por odio ni se haya castigado a la Iglesia católica por su conducta de odio contra el colectivo.
Coincidiendo con el Día Internacional del Orgullo LGTBI, el presidente del Observatorio contra la Homofobia, Eugeni Rodríguez, ha revelado a través de un comunicado que "en cuatro años de ley no se han impuesto ni 10 sanciones, es tan ridículo el número que no ha ocasionado ningún recurso contencioso administrativo".
En este sentido, Rodríguez ha añadido que "no se ha actuado nunca contra el sector eclesiástico, que ha vomitado odio de forma regular, y parece que todos los sectores del Gobierno han estado de acuerdo en no contrariar a la Iglesia".
LA CUP BARCELONA, CONTRA EL PRIDE
Este sábado a las 17 horas tendrá lugar el desfile de carrozas en la avenida Paral·lel para celebrar el Pride Barcelona, a pesar de la oposición de algunos grupos. La CUP Barcelona y la entidad Crida LGTBI han manifestado este jueves se rechazo al Pride –organizado por la Associació Catalana d'Empreses per a persones LGBTI (Acegal)– por aceptar patrocinadores vinculados a deportaciones, desahucios y a "los efectos negativos del turismo".
Además, han instado a la alcaldesa y al presidente de la Generalitat, Quim Torra, a no asistir. El representante de Crida LGTBI ha asegurado que detrás del mensaje de esta edición del Pride –dedicada a los refugiados LGTBI–, existe "una operación de 'lavado rosa' de la imagen de empresas como Airbnb, B the Travel Bad y Merlin Propiertis, con comportamientos éticos dudosos que apelan a una supuesta amabilidad hacia el colectivo".