El director general de Cementiris de Barcelona, Jordi Valmaña, no se muere de hambre. El presunto máximo responsable técnico del hundimiento de los 144 nichos de Montjuïc, ocurrido el pasado 15 de septiembre, come a cuenta de la empresa de vez en cuando. Y cuando lo hace, a veces, no escatima en gastos. Las dietas son habituales en muchas empresas, no tienen nada de irregular, pero en este caso llama poderosamente la atención el tipo de comidas. Valmaña y compañía degustan habitualmente pescado fresco y arroces regados con vinos de renombre.
El cementerio de Montjuïc se cae a trozos -la síndica de greuges, Maria Assumpció Vilà, denunció la falta de mantenimiento del camposanto en un riguroso estudio-. Y eso que la empresa pública acumula 22 millones € de beneficios en 11 años, según ha denunciado la oposición municipal. Pero Valmaña, de vez en cuando, se come el mantenimiento de Cementiris de Barcelona pese a que su sueldo oficial es de 108.864 €, según figura en la web municipal de transparencia.
Metrópoli Abierta ha tenido acceso a siete tíckets de comidas de Cementiris de Barcelona, todos del año pasado. El más barato cuesta 94,80 € en una comida para dos personas en la Taberna Alkazar de Valencia, y el más caro asciende a 214,95 €. En aquella ocasión comieron cinco personas en el restaurante Agua del Port Olímpic, uno de los preferidos de Valmaña. Los siete tíckets en restaurantes suman 913,7 € para 19 comensales en total. El coste medio por persona y restaurante sale a 48 €.
LOS CHUPITOS, GENTILEZA DE VALMAÑA
Uno de los restaurantes barceloneses en los que se ha visto a Valmaña ha sido el Negro y Rojo de la Diagonal. Valmaña comió allí el pasado 11 de octubre con Joan Ventura, director general de la funeraria Altima, una de las empresas que operan en Barcelona, y pagó 98,60 €. Entre ambos se zamparon unos calamarcitos, un tartar de atún, una hamburguesa con foie y dos helados de chocolate que acompañaron de un vino M. de Vargas, que costó 25 €. En la comida del Agua, celebrada el 14 de diciembre de 2017, con un desembolso de 214,95 €, el menú incluyó anchoas del cantábrico, jamón ibérico, calamares a la andaluza, pulpo, salmón y carpaccio de bacalao y tomate, entre otros platos. El vino, un Ramon Bilbao, subió a 19 €.
Esta no ha sido la única vez que Valmaña ha visitado el Agua. De hecho, tres días antes, el 11 de diciembre, acudió allí también a comer. En aquella ocasión, el directivo pagó 143,70 € en una comida para tres personas con arroz con alcachofas, colita de rape, croquetas de pollo, montaditos de brie, mousse, tarta de chocolate.... ¿Y el vino? Un Celistia Terra, a 16,50 €. En esta ocasión, Cementiris desembolsó 131,70 €. Los chupitos, 12 €, fueron gentileza de Valmaña. El director general había visitado también el mismo establecimiento el 17 de mayo de 2017. Pagó 102,30 euros por una comida en la que estuvo acompañado de Enrique Albiol de seguros Ocaso.
En dos ocasiones, las comilonas han tenido lugar fuera de Barcelona, concretamente en Valencia y Madrid. En Valencia, Valmaña invitó el 24 de mayo de 2017 en la Taberna Alkazar. Pagó 94,80 euros para dos personas. Casi la mitad del importe se lo llevó dos lubinas al gusto (44,10 €). Parece que los dos comensales no tuvieron bastante con el pescado ya que también pidieron un surtido de brochetas, pulpo a la gallega y pan tostado con tomaje y ajo. Y para quitar el regustillo a ajo que mejor que un Protos Blanco Verdejo bien fresquito. ¿El precio? 17,60 €.
En Madrid, Valmaña cenó el 19 de enero de 2017 junto con otras dos personas. Fue en el restaurante Los Galayos. Curiosamente, en el tícket pone Fitur, la feria de turismo de Madrid, que se celebró en la capital de España por aquellas fechas. Uno se pregunta que puede llevar a una empresa funeraria a un encuentro turístico. Pero no nos desviemos. En aquella cena alguien optó por una sopa de ajo (8 €) algo cara. El resto de platos, todos de la carta, fueron albondigas de rape, salmón confitado, una ensalada grande, una crema de verduras y una pizarra de postres. Total: 137,35 euros. Valmaña y compañía regaron la cena con un Jean Leon Chardonnay que costó 19 €.
COMIENDO EN MONTJUÏC
El último de los tíckets a los que ha tenido acceso este medio es del restaurante Miramar de Montjuïc, donde antaño estuvieron los estudios de RTVE en Catalunya. Allí Valmaña acudió el 10 de julio del año pasado. Se da la circunstancia de que el restaurante está muy cerca del cementerio donde dos meses después se hundió el bloque con 358 fallecidos. Valmaña pagó 122 € por otra comida con Joan Ventura de la funeraria Altima. En esta ocasión los dos directivos comieron anchoas de la Escala, croquetas cremosas y arroz marinero y bebieron un Castell del Remei que costó 25 euros.
Todos los tíckets a los que ha tenido acceso Metrópoli Abierta llevan los nombres de los comensales escritos a mano. Solo algunos de ellos -los que se ha reproducido el nombre- se leen con claridad o se sabe la relación profesional que Valmaña mantiene con ellos. Las fuentes que han revelado el caso a este medio han pedido expresamente que no se publiquen los recibos.
Los abogados Josep Maria de Palacio y Miguel Durán están últimando una querella por el derrumbe de Montjuïc en la que representarán a unas 50 familias. La denuncia se presentará en pocos días, como avanzó esta publicación. Una de las personas a las que apunta la querella es Valmaña.