El PSC sigue a la greña con el gobierno de Ada Colau. El líder de los socialistas en el Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, ve como una "vergüenza democrática" que la alcaldesa esconda los recortes prrevistos. Este miércoles, el PSC denunció que los comuns tenían previsto poner en marcha, a partir de septiembre, un plan de recortes en la ciudad que asciende en dos años a 107,5 millones. "Afectará a un 30% de la inversión", según Collboni.
El jefe de filas del PSC ha comparecido de nuevo ante la prensa y ha exigido a Colau que de la cara, convoque a los grupos municipales y de explicaciones. "Queremos saber en que punto se encuentra el equilibrio presupuestario de la ciudad y dónde se producirán los recortes: en qué equipamientos y territorios, y cómo afectarán los recortes en los servicios que presta el Ayuntamiento", ha destacado Collboni, que ha centrado buena parte de sus ataques en Colau, de viaje a París, mientras en las comisiones municipales se discutían las denuncias del PSC.
TRANSPARENCIA
El gobierno municipal hizo llegar a la prensa un argumentario a través de la oficina de comunicación municipal en el que, entre otros puntos de vista, se aseguraba que el documento presentado por el PSC está desfasado. En términos parecidos se expresó la teniente de alcaldía, Janet Sanz. Aunque en ningún caso, el ejecutivo de Colau ha mostrado por ahora documento alguna que permita comprobar la afirmación que hace.
"Si el documento está desfasado que muestren el actualizado -afirma Collboni-. En ningún momento se ha dado ninguna cifra. Se dedican a tirar pelotas fuera. Quien tiene las cifras reales de los recortes previstos es el gobierno. Solo pedimos transparencia. No es nada raro tener que aplicar recortes. Lo anormal es que se oculte. El gobierno está haciendo el juego del trilero". Fuentes socialistas afirman que el documento hecho público se retocó por última vez a mediados de junio.
CAÍDA DEL IBI
Según el PSC, los recortes se aplicarían tras una mala planificación de los presupuestos por parte del gobierno de Colau al no tener en cuenta un descenso de los ingresos, en gran parte por una menor recaudación de los impuestos de la plusvalía y el IBI de más de 100 millones. El ejecutivo municipal niega la caída del IBI -dice que los ingresos serán cuatro millones más de los previstos- y solo admite una bajada de la plusvalía que puede provocar algunos "reajustes", vamos recortes sin utilizar "eufemismos", subraya Collboni.
Collboni, por otra parte, acusa a Colau de "gestionar mal" los más de 2.600 millones de presupuesto municipal, de tener sobre la mesa un "descontrol presupuestario" y de "falta de previsión". "Hay un desmadre ente ingresos y gastos y no es admisisble que el gobierno maree la perdiz de esta manera".