Cargos de equipamientos municipales se llevan contratos públicos del gobierno de Colau

La empresa de un alto cargo municipal se adjudicó, este mes de junio, un contrato con el Ayuntamiento de Barcelona por valor de 18.122,99 euros para la organización de un “Festival de mujeres flamencas”. No se trata de mujeres belgas (ahora que con la fuga de Carles Puigdemont está de moda el flamenco belga), sino de mujeres del arte flamenco, promovido por el Ayuntamiento de Barcelona. La empresa en cuestión se llama L’Afluent Societat Cooperativa Catalana Limitada. Sus socios son Miquel Cabal, Sergi Egea y Artur Estrada. La compañía comenzó su andadura el 1 de enero del año pasado.

El festival citado en enmarca dentro del ciclo L’Estiu, al Pati!. La de este año fue su segunda edición. Se celebró los días 30 de junio y 1 de julio y contó con la presencia de tres cantaoras, encabezadas por Mayte Martín, la gran embajadora del flamenco catalán. Las otras eran Ana Brenes (acompañada por un guitarrista británico) y la onubense Alba Guerrero.

No sería nada del otro mundo si no fuese por el hecho de que Miquel Cabal es miembro del comité ejecutivo del Consell de la Cultura de Barcelona, un organismo público que está presidido por Antonio Ramírez. Entre sus cometidos, figura informar con carácter preceptivo, ya sea por iniciativa propia o porque se lo pida el pleno municipal, de la creación de nuevos organismos o equipamientos públicos, sobre el nombramiento de responsables en esos equipamientos, “participar en la destinación de las subvenciones del ámbito de la cultura” y proponer a los miembros de los jurados de los premios Ciutat de Barcelona.

EL CONSELL, UNA ESTRUCTURA IMPORTANTE

El Consell de la Cultura de Barcelona es, según su propia web, “un instrumento para contribuir al desarrollo cultural de Barcelona”. Tiene una naturaleza mixta, “consultiva y ejecutiva, independiente del poder público y, a su vez, integrada parcialmente por el gobierno de la ciudad”. El consejo, creado en 2007, es uno de los 10 programas que estructuran el Plan Estratégico de Cultura de Barcelona.

Cabal es traductor de ruso (estudió Filología eslava y se doctoró con una tesis sobre el idioma tártaro en Crimea) y gestor cultural, además de doctor en lingüística, que ofició como director adjunto del espacio cultural Heliogàbal, de Gràcia, durante más de 15 años. En esa etapa, coordinó y supervisó todas las actividades y la comunicación de la entidad. En el 2014, ganó el premio literario Vidal Alcover, que otorga el Ayuntamiento de Tarragona, en el apartado de traducción.

Egea fue uno de los promotores del sello independiente Famèlic y ocupó también el cargo de adjunto a la dirección artística en Heliogàbal. Coordinaba la producción técnica y artística de todas las actividades de la entidad, ya fuesen de pequeño formato o de grande. En su curriculum figura también su participación en festivales como el Vida, el BAM o el Festus. Estrada, cantante y guitarrista de Nueva Vulcano, tiene una dilatada carrera como músico. Fue director artístico de Heliogàbal durante 13 años y marcó la línea artística de la entidad, impulsando el festival de verano, Festigàbal, o los ciclos de temporada.

FRENÉTICA ACTIVIDAD DE LA FABRICA

No deja de ser curioso también el caso de la cooperativa La Fábrica SCCL, que en marzo pasado se hizo con un contrato para la “reducción de la brecha digital en los barrios de Bon Pastor y Baró de Viver” por 10.890 euros. Ese mismo mes, esta entidad recibió otro encargo: un contrato de 18.349,65 euros para “el recibimiento de familias, selección y creación de marcos de cohesión social”, un trabajo que le ocupó 45 días y que entra dentro del proyecto B-Mincome. Este proyecto es un programa piloto cofinanciado por la UE que tiene como objetivo paliar la situación de vulnerabilidad de 1.000 hogares en los barrios del eje del Besòs (Ciutat Meridiana, Vallbona, Torrre Baró, Roquetes, Trinitat Nova, Trinitat Vella, Baró de Viver, Bon Pastor. Verneda-La Pau y Besòs-Maresme). Su aplicación comenzó el pasado mes de octubre. También se hizo con otro contrato de 21.538 euros por el apoyo “a las entidades de Nou Barris para la obtención del certificado digital”. Según la relación de proveedores del 2017, el pasado ejercicio, esta cooperativa se llevó del Ayuntamiento barcelonés algo más de 91.500 euros.

Se da la circunstancia de que la tesorera de La Fábrica, Doris Boira, licenciada en comunicación audiovisual, oficia como directora de Mas Guinardó, una masía de más de 600 años que acoge varias decenas de entidades y destinada a promover la vida social y asociativa del barrio. Arianna Vindici, otra de las socias de La Fábrica, trabaja también como técnica en Mas Guinardó. Por la dirección del Casal de Entidades Mas Guinardó, la empresa factura al Ayuntamiento 8.800 euros mensuales.

Su presidenta es la antropóloga Mercè Zegrí, del Departamento de Antropología de la Universidad de Barcelona. Su secretario, Josep Maria Navarro, es licenciado en Geografía e Historia, pero especializado en Antropología y ha realizado cursos de doctorado en la UB. También es profesor asociado en la Facultad de Pedagogía de la misma Universidad.