El pasado lunes, el presidente, Pedro Sánchez anunció que se el Gobierno celebrará antes de final de año un Consejo de Ministros en Barcelona y otro en Andalucía con el objetivo de tratar y aprobar medidas que interesen en particular a los ciudadanos de estos territorios.
El mismo día que desde Waterloo el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y su antecesor, Carles Puigdemont, exigían a Sánchez un proyecto político para Catalunya basado en hechos, Sánchez les replicaba que su programa consiste en "unir a los catalanes en torno a un proyecto que supere esta crisis de convivencia en Catalunya". También, ha defendido que la Fiscalía investigue a los Mossos por identificar personas que retiraron lazos amarillos.
EL AUTOGOBIERNO, LO MÁS IMPORTANTE
Según Sánchez, lo que aglutina a la mayoría de los catalanes no es la independencia, sino el autogobierno, con el que el Ejecutivo de Sánchez pretende ser "escrupulosamente respetuoso". Prueba de ello, ha dicho, es su disposición a retirar recursos planteados ante el Tribunal Constitucional por anteriores gobiernos a algunas leyes autonómicas.
Pero ese respeto al autogobierno catalán debe ser compatible con que el Gobierno español tenga un proyecto para Catalunya, como lo tiene para con el resto de territorios. Y para demostrarlo, celebrará un Consejo de Ministros en Barcelona --también otro en Andalucía-- para aprobar medidas que atiendan problemas cotidianos de los catalanes, ya sea en materia de sanidad, educación o infraestructruras.
Dejarán patente así, en opinión de Sánchez, que el Gobierno no sólo practica una política de mano tendida a Catalunya, sino que además esa política se traduce en hechos y medidas concretas.