Por paradójico que parezca, ERC ha encontrado en Barcelona un aliado inesperado en su estrategia electoral de cara a las municipales del año 2019: el candidato de Ciudadanos, Manuel Valls. ¿Porqué? Es la excusa perfecta para justificar el rechazo a una lista única independentista que persigue el sector que envuelve al expresident de la Generalitat Carles Puigdemont. “Sólo con una lista única independentista, que polarice las elecciones, Manuel Valls tiene la opción de ganar las elecciones, lo cual no quiere decir que luego pueda gobernar. Eso es lo que dicen las encuestas que tenemos”, explican fuentes republicanas a Metrópoli Abierta.
Desde el frente independentista se reconoce que “cuando el nombre de Valls comenzó a sonar como posible candidato en Barcelona, ni siquiera gustaba a los propios votantes de Ciudadanos. Ahora, va mejorando en las encuestas y lleva una estrategia elaborada en base a una cuidada operación de marketing”. Pero auguran que eso no basta para ganar una selecciones locales, donde ha de batirse el cobre con temas que afectan directamente a los ciudadanos y que requieren un conocimiento profundo de la ciudad.
Pero con la actual división del voto, es difícil que un candidato destaque de los demás. “Valls puede obtener 9 concejales. Son los sondeos que hay en estos momentos encima de la mesa. Su jugada es copar el voto unionista, pero no ganará ni a Colau ni al bloque independentista. En todo caso, dejará fuera del Ayuntamiento al PP y obtendrá el resultado de los populares en las anteriores elecciones, con Trias de alcalde”, aseguran las fuentes.
POLARIZAR LAS ELECCIONES
Para los republicanos, “lo que le interesaría a Valls sería que el independentismo se presentase en una lista única y, de ese modo, polarizar las elecciones. En ese caso, se hablaría poco de Barcelona y llevaría el debate a un terreno de alta política que no tendría nada que ver con la ciudad. De ahí que no podamos caer en esa trampa. Cada formación debe presentarse con su propia lista y defendiendo sus prioridades para la ciudad”.
Aún así, lo tendría difícil para conseguir la vara de alcalde. “Todos tenemos claro que PDeCAT y Colau se lo impedirían. No tendrían ningún problema en firmar un acuerdo. Seguramente, ERC se sumaría a votar al candidato más votado de este frente para evitar que sea alcalde un representante de Ciudadanos”, aseguran fuentes independentistas a este diario.
Desde los comunes, se asegura que la alcaldesa Ada Colau lo tiene fácil para repetir, habida cuenta de que la izquierda representada por Jaume Collboni no dispararía sus resultados y de que el independentismo se presenta dividido y, además, con problemas internos dentro de las candidaturas. “O Valls entra en el cuerpo a cuerpo de hacer propuestas o no hará nada”, auguran. Desde las filas socialistas también subrayan que “el frente independentista no dejará jamás que Valls sea alcalde. Tanto Puigdemont como ERC se rendirán ante Colau para evitarlo”. Y desde el PP se abunda en esa posibilidad: “Colau y los independentistas buscarán un acuerdo si Valls saca un buen resultado y gana. Pero según nuestros sondeos, no obtendrá más de 10 concejales”.
LAS POSIBLES ALIANZAS
Pero las quinielas están abiertas. Desde las filas socialistas reivindican que el PSC será el partido que decida todo. “Nadie llegará a los 21 concejales. Y nosotros somos el partido de la moderación. Y no sólo aportamos moderación, sino también experiencia. Nuestro talante nos hace ser ejes para hacer bien un gobierno del eje de izquierdas o de un gobierno constitucionalista. Los únicos que pueden pactar con muchos somos nosotros. ¿O es que no podemos pactar con Podemos, con ERC o con Ciudadanos?”.
Desde las filas republicanas se hace una reivindicación similar. “Nosotros representamos al partido que mejor puede parar a Valls, pero también los únicos que podemos pactar por todas las bandas: ya sea con socialistas, con comunes o con convergentes. Por tanto, en caso de que Valls saque más concejales se trataría de buscar acuerdos para que no sea alcalde. En ese sentido, Ciudadanos lo tiene difícil, porque se ha dedicado a dinamitar puentes. Han sido muy duros en su estrategia y ahora se encuentran con que no pueden pactar con nadie”. Por eso insisten una y otra vez en que “sólo polarizando las elecciones y poniendo al electorado en la disyuntiva de independentismo o unionismo tiene alguna posibilidad de ganar. Si no tiene una fuerza contra la que luchar, pierde su principal baza electoral. Por tanto, razón de más para no ir a una candidatura única”.