Manuel Valls aboga por una Barcelona “abierta, acogedora y cívica”. Una Barcelona “que derribe sus fronteras” y se abra a España y Europa. En la presentación de su candidatura para la alcaldía de la Ciudad Condal, el político de Horta se a mostrado muy crítico con “nacionalismo radical” de Quim Torra y el “populismo municipal” de Ada Colau.
Tras recordar el último incidente que sufrió en el Raval, Valls ha realizado una reflexión ante un público entregado en el Palau de Congressos de Cataluya. “La vergonzosa descalificación de la policía por parte del presidente de la Generalitat y las declaraciones de la alcaldesa sobre el escrache que sufrí en el Raval la semana pasada evidenciaron algo que ya había denunciado: la coincidencia política y táctica del nacionalismo radical y el populismo municipal. Tenemos unas líneas rojas que los responsables municipales no deberían traspasar de nuevo. Por eso vamos a darles una respuesta contundente, con la fuerza del razonamiento”.
DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN
En su discurso (ha alternado el catalán y el castellano), Valls ha defendido la Constitución: “La ley tiene que respetarse. La Constitución, también. En caso contrario, es la ley de la selva la que gana. La Constitución protege a Catalunya y los catalanes”.
El político de Horta considera que las próximas elecciones municipales son decisivas para el futuro de la ciudad catalana, ciudad que, posiblemente, vive la peor crisis de las últimas décadas. En su discurso, Valls ha recalcado que España necesita de una Barcelona fuerte y ha recordado el legado de los Juegos del 92. La actual, en cambio, no seduce a Valls.
“No queremos una Barcelona provinciana, empantanada, dormida. No. Nosotros queremos luz para una Barcelona alegre y presumida durante todo el año y, especialmente, por Navidad”, ha dicho el líder de la plataforma Barcelona, capital europea.
SEÑALES DE ALARMA
Valls ha explicado sus experiencias en distintos barrios de la ciudad condal durante las últimas semanas. Se ha empapado de los problemas locales. De los grandes conflictos de cada distrito. Su conclusión es que la ciudad “se ha degradado y ha perdido el rumbo”. “Hoy, Barcelona está peor que hace 10 años. Funciona y los ciudadanos han perdido calidad de vida”, ha recalcado.
Valls, en un tono muy comedido, ha prometido que hará una campaña cívica, alejada de las provocaciones. No obstante, será contundente en sus críticas a Colau “porque la ciudad envía unas señales de alarma”. “El aumento de la inseguridad, el conflicto social, la huida de empresas, la pérdida de reputación internacional... Debemos tener en cuenta estas señales”, ha añadido el candidato a la alcaldía.
En su intervención, Valls ha denunciado que “la inseguridad se ha disparado” en Barcelona, lamentando que ya se hayan cometido “200.000 delitos” en la ciudad. Y, una vez más, ha prometido que aumentará los recursos destinados a la Guàrdia Urbana si es elegido alcalde de BCN.
Valls ha enumerado los conflictos actuales de la ciudad y ha contrapuesto el presente con un futuro ilusionante. La V de su apellido, desde este jueves, es el símbolo de su campaña. "Es la V de valor, de valentía, de visión, de vecinos, de verde, de virtud, de vocación, de la verdad y del vigor. V de Valls y, básicamente, V de victoria", ha enfatizado el candidato a la alcaldía de Barcelona en un gesto que ha recordado a Winston Churchill.
OVACIÓN PARA ARRIMADAS
La cuenta atrás ya ha comenzado para Valls. Tiene claros sus objetivos y en la presentación de su campaña ha contado con el respaldo explícito de Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Catalunya y líder de la oposición en el Parlament.
Arrimadas ha sido ovacionada por el auditorio. Está claro que es una política con mucho tirón. Ha sido, sin duda, la mejor telonera para Valls, de quien ha dicho que es "la mejor opción para cambiar la Barcelona desgobernada que nos deja Colau". La líder de Ciudadanos está convencida de que "Barcelona marcará un nuevo futuro para todos los catalanes" y ha augurado "una gran sorpresa" en las urnas. "Qué lujo tener el apoyo de Arrimadas", ha respondido Valls, convencido de su victoria en las elecciones del 26 de mayo.