La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha tardado casi 24 horas en hacer pública en las redes sociales su agradecimiento por el trabajo realizado en el Ayuntamiento por Laia Ortiz, segunda teniente de alcaldía de Derechos Sociales, tras el anuncio de esta de abandonar el mundo de la política.

Ortiz anunció en las redes sociales el domingo 27 su decisión de decir adiós al mundo de la política. E inmediatamente empezó a recibir notificaciones, tanto agradeciéndole su trabajo en el consistorio como su marcha de la polìtica.

También hay que tener en cuenta que en la larga carta en las redes sociales en la que anunciaba que no se iba a presentar en las próximas elecciones, Laia Ortiz hace un pormenorizado repaso de su vida en el mundo de la política pero sin llegar a nombrar en ningún momento a la alcaldesa de Barcelona, una clara muestra de que las relaciones entre ambas están muy lejos de las que mantenían cuando accedieron al gobierno de la ciudad. .

FRÍA DESPEDIDA

Y aunque Ada Colau ha agradecido en su tuit de despedida a Laia Ortiz el gran trabajo realizado durante los 4 años que han estado en el consistorio, la sensación es que ha sido un agradecimiento obligado por las circunstancias y demasiado frío para tratarse de dos personas que se supone que han colaborado muy estrechamente en los últimos cuatro años.

Hay que tener en cuenta que ambas han llegado al mundo de la política desde vertientes muy diferentes. Mientras Laia Ortiz siempre ha estado ligada a Iniciativa de Catalunya-Verds, llegando a ser diputada en el Parlamente de Catalunya y en el Parlamento español, Ada Colau ha labrado su carrera en los movimiento sociales, sobre todo en la PAH. Y eso, muy probablemente les ha hecho entender de manera diferente el camino que había que seguir en el Ayuntamiento.

En el conglomerado político que acabó en la coalición Barcelona en Comú, en la que quedó integrada ICV, siempre se han marcado claras diferencias entre las personas que, como Ortiz, llegaron desde el viejo partido, y las que lo hicieron desde los movimientos sociales, como Ada Colau.

RUPTURA

Uno de los momentos más tensos que se ha vivido en el seno del equipo de Gobierno fue cuando se rompió el pacto de legislatura municipal que BeC mantenía con el PSC. Las presiones dentro del equipo que ha dirigido el consistorio en los últimos años fueron enormes y mientras el sector procedente de ICV, encabezado por Ortiz, era partidario de mantener el acuerdo con el PSC, el núcleo duro más próximo a Colau, encabezado por Pisarello y Asens, siempre defendió la necesidad de alejarse del grupo liderado por Collboni, sobre todo por la aplicación del artículo 155 que obtuvo el apoyo del PSOE.

¿Y LOS DEMÁS?

También resulta curioso que prácticamente ninguno de sus compañeros de Barcelona en Comú en el consistorio se ha pronunciado sobre la decisión de Laia Ortiz de abandonar la primera línea de la política. La ausencia de mensajes de ánimo hacia la que ha sido una de las mujeres fuertes en el equipo de gobierno pone de manifiesto que se ha llegado al final de la legislatura con las relaciones entre ellos mucho mas frías de las que tenían cuando comenzaron esta aventura.

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