Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, intenta tapar su nefasta gestión en Ciutat Vella al bloquear la expansión del Macba con la creación del nuevo centro de atención primaria (CAP) del Raval Nord. El gobierno municipal, muy castigado por el deterioro del barrio, quiere revocar la cesión de la Capilla de la Misericòrdia al museo, validada en 2013.
Gala Pin, la regidora más radical de Colau, ha abierto otro conflicto con fines electoralistas. La precariedad del actual CAP del Raval Nord, donde no se puede acceder en silla de ruedas, ha sido la excusa para declarar la guerra al Macba. Impulsado por el ex alcalde Pasqual Maragall, este museo lideró la transformación del barrio desde su inauguración en 1995 y es uno de los símbolos culturales de la Ciudad Condal.
LA EXCUSA DE LA SUBESTACIÓN ELÉCTRICA
El gobierno de los comuns quiere ubicar el nuevo centro médico en la Capilla de la Misericòrdia, espacio cedido al Macba durante el mandato del ex alcalde Xavier Trias. Colau y Gala Pin, sorprendentemente, sostienen que no hay otro solar o edificio que reúna las condiciones necesarias para el CAP del Raval Nord. Recientemente rechazaron una propuesta para su construcción en un espacio próximo alegando que había una subestación eléctrica en el subsuelo.
Colau no quiere explorar otras opciones en el barrio y prefiere desafiar al Macba, símbolo para los comuns de las élites culturales. La alcaldesa ya ha emplazado a la dirección del centro cultural a buscar un nuevo espacio para su ampliación, diseñada hace años y que ya tiene resuelta su financiación, superior a los 11 millones de euros.
EL PLAN ESTRATÉGICO DEL MACBA
Las presiones del gobierno municipal han indignado al Macba. Ferran Barenblit, su director, recuerda que “la Capilla de la Misericòrdia forma parte del plan estratégico del museo para su crecimiento hasta 2022”. Con el nuevo espacio, el Macba ganaría 3.000 metros cuadrados. Actualmente, el museo cuenta con 6.000 obras y es uno de los más visitados de la ciudad.
El sector cultural de la ciudad cuestiona la versión del Consistorio de que en el Raval Nord “no exista un solar o un edificio para acoger un centro de atención primaria”. Y lamentan que el actual conflicto se interprete como un choque entre los intereses culturales y sanitarios de la ciudad.
EL DETERIORO DEL RAVAL
Con su desafío al Macba, Colau busca una cortina de humo para silenciar el deterioro del Raval con la proliferación de los narcopisos y el aumento de la violencia. Los vecinos está muy molestos con Gala Pin, a quien critican su inacción y constantes desplantes, e ironizan con una recientes declaraciones suyas en las que afirmó que “la policía” tal vez “era necesaria para combatir la delincuencia en Ciutat Vella”.
El futuro de la Capilla de la Misericòrdia se decidirá en el ámbito político. Colau quiere revocar la cesión al Macba y busca aliados. Falta por ver la postura de ERC y del PSC. En las filas republicanas, Ernest Maragall esquiva cualquier crítica a los comuns. Más difícil de justificar sería un apoyo de los socialistas al último plan de Colau, por mucho que se intuya un pacto verbal para la creación de un gobierno tripartito posterior a las elecciones municipales del 26 de mayo.