Eloi Badia pliega velas. Ante la imposibilidad de que la funeraria pública sea aprobada por el pleno del Ayuntamiento del viernes 22, el concejal de Presidencia, Agua y Energía ha optado por retirarla del orden del día para no sufrir otro sonoro batacazo. La razón: darse más tiempo para seguir presionando al PSC, tanto en público como en privado, para que finalmente dé su visto bueno a uno de los proyectos estrellas del mandado de Ada Colau, prácticamente el único que en este momento pueden sacar a adelante, que tiene muchas posibilidades de ser rechazado por la mayoría de los partidos municipales.
Badia, relegado al número 9 de la lista de los comuns para las municipales, sigue enredando. Este miércoles ha reconocido que “vamos a retrasarlo tres días y celebrar un pleno extraordinario el próximo miércoles con un único tema en el orden del día". "Esperamos poder seguir hablando con el PSC, que en varias ocasiones ha estado de acuerdo con la funeraria pública. Por eso les damos una nueva oportunidad y les ofrecemos la mano para saber qué cambios podemos introducir para acabar juntos un proyecto que empezamos juntos”, ha añadido. Desesperado, Badia ha intensificado su acoso a Jaume Collboni, líder del PSC en Barcelona, a través de las redes sociales.
COMPLICADO
Sin embargo, Badia tiene muy complicado que las cosas cambien en tres días. Aunque ha justificado el aplazamiento porque PDeCAT y PSC han pedido la elaboración de unos informes respecto a los derechos económicos y políticos que el Ayuntamiento tiene sobre el servicio y se necesita tiempo para analizarlos, la realidad es que ambos partidos han anunciado su voto en contra, que se unen a los del Ciutadans y PP. El gobierno de Ada Colau, muy tocado por su errática gestión, ni tan siquiera tiene asegurado el voto a favor de ERC.
Todo ello le ha forzado a buscar una salida momentánea para ganar tiempo e intentar forzar el cambio de postura del grupo municipal que dirige Jaume Collboni. Sin embargo, no parece fácil que así sea. De hecho, fuentes socialistas han reafirmado su voto negativo a una propuesta que consideran tardía y electoralista y que solo busca salvar la cara de un mandato en el que la mayor parte de las grandes medidas propuestas por el equipo de Gobierno se han quedado en el tintero.
¿PETICIÓN CIUDADANA?
Otro de los argumentos empleados por Badia ha sido que la decisión de poner en marcha una funeraria pública no parte del Ayuntamiento, sino que han sido los ciudadanos los que han pedido al consistorio su puesta en marcha. Similar táctica ha utilizado con la remunicipalización del agua, el segundo servicio mejor valorado por los barceloneses y en el que también usó sus malas artes para presionar a la oposición.
“Esta es una propuesta de la ciudadanía hecha en el Plan de Actuación Municipal y en el barómetro municipal”, ha afirmado Badia, que ha negado que la propuesta saliera del propio seno del Ayuntamiento: “No es una iniciativa que hacemos nosotros como ayuntamiento. Por eso hemos desarrollado el proyecto de la mejor manera posible con toda la solidez y solvencia, a imagen de muchas empresas públicas que hay en todo el estado. El proyecto está encima de la mesa y lo apoyamos y esperamos lleve a cabo. Eso quiere decir votarlo, porque nosotros no hemos marcado esta agenda. Si retiráramos este proyecto, estaríamos fallando al compromiso que establecimos en el marco del Plan de Actuación Municipal. Por eso se votará si o si”.
¿Y LOS TRABAJADORES?
Respecto al futuro que espera a los trabajadores del sector, estos han expresado su oposición a la funeraria pública ya que no ven claro que esta pueda mantener todos los puestos de trabajo que deberían pasar del sector privado al público.
Pese a ello, Badia ha negado la realidad y ha dicho que los trabajadores no están contra el proyecto de la funeraria pública: “Hemos hablado con muchos de ellos y lo ven con buenos ojos. Le hemos dicho que aumentaremos la masa de trabajadores del sector y que habrá más ocupación de calidad y que trabajaremos con contratación de calidad. Y si hay problemas laborales, nos tendrán a su lado”.
EL MONOPOLIO DE LA CREMACIÓN
Badia, curiosamente, no ha dicho nada del monopolio que el Ayuntamiento tiene el monopolio de la cremación y que Cementiris de Barcelona, empresa municipal, tiene importantes beneficios, año tras año, que apenas reinvierte en el mantenimiento de sus instalaciones.
Pese a las palabras de Badia, los miembros del comité de empresa han anunciado su presencia en el pleno en el que se vaya a votar sobre la funeraria pública para mostrar su rechazo a la propuesta defendida por el Gobierno de Ada Colau.