Los comunes han iniciado una gran campaña popular de captación de voto puerta a puerta en los barrios barceloneses de cara a las próximas elecciones municipales, con el objetivo de definir las carencias de los ciudadanos y proponer soluciones y promesas a medida. Se trata de una campaña copiada de la metodología americana, que la dirección de los comunes consideran “muy positiva, porque percibes lo básico para el voto”.

El contacto con la ciudadanía le sirve a Barcelona en Comú (BeC) para conocer las inquietudes de la población y corregir sobre la marcha sus objetivos y sus prioridades. Además, también le permite enmendar errores y fallos en la aplicación de las políticas municipales que ha llevado a cabo durante esta legislatura. Con esas correcciones, elaborará el programa electoral definitivo con el que concurrirá a las municipales del 26 de mayo.

ESTRATEGIA

Hasta el momento, aunque esta estrategia ha comenzado a aplicarse hace escasas semanas, “ya hemos detectado que, por ejemplo, el tema de la independencia no se tiene en cuenta a la hora de depositar el voto. En realidad, a los ciudadanos catalanes les importa muy poco. Aunque es uno de los temas estrella de conversación en las tertulias políticas, no forma parte de las preocupaciones del ciudadano. Pero, por el contrario, la gente se muestra agradecida por el mero hecho de acercarte hasta su puerta y pedirle su opinión”.

La estrategia se complementa con los mensajes que los entrevistadores dejan en cada vivienda: que el partido se preocupa por las personas y tiene interés en solucionar sus problemas.

EL GRAN RIVAL

Desde Barcelona en Comú se tiene constancia de que el gran rival a batir es ERC, que con Ernest Maragall a la cabeza, es una de las formaciones favoritas a ganar las municipales. Pero confían en que la actual alcaldesa, Ada Colau, parte con ventaja, ya que lleva el timón del consistorio los últimos años. “Cuando nos critican, sólo preguntamos qué es lo que Colau hizo mal. Que nos digan casos concretos de cosas que hizo mal. Ahí es donde la gente se queda callada, porque criticar, se critica generalizando mucho, pero a la hora de concretar, nadie puede poner ejemplos sobre la mesa. Es evidente que no hemos podido cumplir el programa electoral por cuestiones ajenas a nosotros, ya que no teníamos mayoría suficiente, pero en la medida de lo posible hemos intentado cumplir con todo lo que prometimos”, explican a Metrópoli Abierta fuentes de los comunes.

En realidad, no obstante, los resultados de las elecciones son aún una incógnita. Es difícil que un solo partido saque mayoría suficiente como para gobernar en solitario. “Lo deseable sería un gobierno estable que pudiese llevar a cabo un proyecto, pero no sabemos cómo serán los resultados. En esta legislatura, hemos podido gobernar con sólo 11 concejales, pero no sabemos si en la próxima se podría hacer lo mismo”.

Ada Colau, en el Ayuntamiento de Barcelona



Los comunes destacan que “Colau no era una política profesional y ha podido hacer muchas cosas. Hace cuatro años, ni siquiera sabíamos lo que podríamos conseguir. Hoy lo tenemos mucho más claro, aunque cuesta mucho cambiar las dinámicas. No obstante, creemos que lo hemos hecho y hemos insuflado aire nuevo a la forma de hacer política. Ahora necesitamos otra legislatura para plasmar nuestras promesas y eso es lo que pediremos a los ciudadanos de Barcelona: un voto de confianza”.

LA MALDITA ABSTENCIÓN

Desde BeC quieren incentivar la participación en las elecciones municipales. “Si la participación es alta, Ada Colau tiene más posibilidades de revalidar la alcaldía. O sea, si hay un mínimo de abstención, Colau repetirá mandato. Por el contrario, creemos que una abstención alta nos perjudicaría”, explican las fuentes.

Son conscientes de que a veces, Ada Colau “ha podido transmitir mensajes contradictorios, pero en las cuestiones fundamentales de nuestro ideario las ideas son muy claras y firmes”, subrayan.

Una de las acusaciones más reiteradas es sobre el posicionamiento de la alcaldesa respecto a la independencia. Pero, aseguran las fuentes, “ése no es un tema que nos preocupe fundamentalmente”. El espacio de los comunes, afirman, es muy transversal y en él prima la conciencia de izquierdas y “de servicio al ciudadano” que el tema identitario.

 

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