Los barceloneses rechazan mayoritariamente los procesos de remunicipalización de Ada Colau. Cuatro meses después de que los ciudadanos citaran el servicio del agua como el segundo mejor valorado en Barcelona, ahora critican el proyecto de Eloi Badia, concejal de Presidencia, Agua y Energía, de crear una funeraria pública. Según el tercer barómetro de Barcelona elaborado por Centre d'Estudis Sociològics para Metrópoli Abierta, el 80% de sus vecinos está satisfecho con los actuales servicios funerarios.
Según el estudio demoscópico, el 80,1% de los barceloneses califica de bueno o muy bueno el funcionamiento y las instalaciones de los servicios funerarios. El 35,9% considera muy bueno el servicio y el 44,2% afirma que es bastante bueno.
RECHAZO MINORITARIO
El rechazo a los actuales servicios funerarios es minoritario en Barcelona. Sólo un 6,9% asegura que el servicio es un poco malo (3,3%) o muy malo (63,6%), mientras que un 11,6% lo califica de regular. Entre los detractores del modelo actual destacan las quejas por los precios (54,8%), su titularidad privada (20,3%), el trato recibido (9,2%) y la saturación o los tiempos de espera (6,4%).
La mitad de los barceloneses (50,7%) cree que el actual servicio es privado, mientras que el 30,1% dice que es mixto (público-privado). El 10,1% expresa su convencimiento de que es público y el 9,1% no sabe, no contesta.
La percepción de que los servicios funerarios de Barcelona son buenos o muy buenos es superior entre quienes consideran que su gestión es mixta (82,1%) o privada (82,1%). El porcentaje de satisfacción disminuye (69,4%) entre quienes piensan que creen que la prestación es pública. Estos barceloneses, curiosamente, son los más críticos con el servicio actual, circunstancia que refuerza el rechazo de los ciudadanos a cualquier proceso de municipalización.
EL DESESPERADO ACOSO DE BADIA
Badia intenta ganar tiempo en su obsesión por crear una funeraria pública, que se decidirá en el pleno especial del miércoles. De momento, no le cuadran los apoyos políticos, tras el rechazo de PDeCAT, Ciudadanos, PSC y Ciudadanos. En los últimos días, ha intensificado su acoso a los socialistas a través de las redes sociales con el objetivo de que el partido de Jaume Collboni cambie su posicionamiento.
En 2010, con el socialista Jordi Hereu como alcalde, el Ayuntamiento vendió un 36% de las acciones de Serveis Funeraris de Barcelona (SFB) por 60 millones de euros, y se quedó con un 15% que todavía mantiene. Mémora se comprometió a trasladar su sede central a Barcelona y a invertir 110 millones de euros.
EL PSC SE OPONE
El PSC sigue firme en su repudio a la funeraria pública y la concejal Carmen Andrés recuerda que Colau no ejerció su derecho a veto en el aumento del precio de un 16% de los entierros más económicos aprobados por SFB.
En el PDeCAT, mientras, sostienen que la creación de cinco o seis velatorios no tendría ninguna incidencia en el mercado. Ciudadanos y PP, por su parte, consideran que la actual legislatura “está acabada” y se oponen tajantemente a la funeraria pública de Colau y Badia.
Los comuns, en plena gesticulación con fines electoralistas, ni tan siquiera tienen garantizado el apoyo de ERC. Entre las dos formaciones hay muy buena sintonía y aumentan las sospechas de que podrían tener un pacto para gobernar Barcelona, a partir del 26 de mayo si el resultado de las urnas es favorable.