Game over. La funeraria que el gobierno Ada Colau se ha obstinado en poner en marcha este mandato ha quedado este miércoles vista para sentencia. 25 de los 41 regidores del pleno han finiquitado un proyecto que los comuns han sido incapaces de sacar adelante por la falta de consenso. Ciutadans, PDeCAT, PP y PSC han votado en contra de la creación de la empresa pública, mientras que ERC, el partido que más obstáculos ha puesto a lo largo del mandato a la funeraria, se ha abstenido. Colau solo ha obtenido los votos favorables de la CUP y de los concejales no adscritos, Juanjo Puigcorbé y Gerard Ardanuy, que se ha posicionado a favor de la funeraria, pero en contra de la venta del 15% de las participaciones municipales en Serveis Funeraris de Barcelona (SFB). La funeraria de Colau ha quedado muerta y enterrada.

La regidora del PDeCAT, Sònia Recasens, ha lanzado toda la caballería contra el gobierno de Colau y ha acusado a la alcaldesa de mantener posiciones "populistas y demagógicas". Recasens ha ido más allá y ha valorado como un ejercicio de irresponsabilidad el proyecto de los comuns y el intento de politizar la Sindicatura de Greuges de Barcelona "para usos partidistas". Los últimos días, el regidor de los comuns, Eloi Badia, ha intentado presionar a los grupos con dos facturas de SFB con presuntas irregularidades detectadas por la síndica de greuges. Badia dijo este martes que se han inspeccionado los servicios centrales de SFB y se llevará a cabo una auditoria para aclarar los hechos. Recasens ha recordado a Colau que este miércoles únicamente se votaba la creación de seis velatorios, lo que en su opinión es totalmente insuficiente para influir en los precios de los entierros de la ciudad. La edil también ha criticado que el Ayuntamiento, como miembro del consejo de administración de SFB, ha aprobado año tras año las 

PROBLEMAS ESTRUCTURALES EN MONTJUÏC

En un debate duro y con continuos reproches entre la mayoría de grupos de la oposición y el gobierno municipal, el regidor de Ciutadans, Koldo Blanco, ha cargado contra Colau por coger un presunto caso de malas prácticas por parte de SFB y elevarlo a categoría. Para el edil naranja, los comuns no son de fiar y ha espetado a la alcaldesa que ni siquiera se dieron cuenta de los problemas estructurales en el cementerio de Montjuïc hasta que se hundieron 144 nichos en septiembre de 2017. Según Blanco, el gobierno municipal ha jugado "sucio" en su intento de crear la funeraria pública. A través de las redes sociales, su compañera Marilén Barceló, ha criticado que para debatir el acceso a la vivienda, uno de los problemas principales de la ciudad, Colau no convoca ningún pleno extraordinario y, en cambio, sí que lo hace para una funeraria que no ha consesuado con nadie y que perjudica a los trabajadores de SFB.

ERC ha sido el verdugo del proyecto de la funeraria a lo largo del mandato mientras los republicanos tuvieron como presidente del grupo municipal a Alfred Bosch. Ahora, ERC se ha abstenido. Pero eso no ha sido obstáculo para que el regidor Jordi Coronas acusara al gobierno municipal de iniciar una campaña de márketing y una guerra contra Mémora -la empresa que tiene el 85% de SFB, mientras que el Ayuntamiento tiene el 15% restante- "con el único objetivo de hacer ruido". Coronas también se ha molestado por el intento de utilizar políticamente la oficina de la síndica y ha lamentado que habiendo en el pleno una mayoría a favor de los entierros asequibles, "prefieren montar campañas en lugar de solucionar problemas".

SUBIDA DEL PRECIO MÁS ASEQUIBLE EN SFB

La regidora del PSC, Carmen Andrés, ha acusado al gobierno de Colau de dejadez de funciones dentro del consejo de administración de SFB. Andrés ha recordado que el gerente municipal, Jordi Martí, no quiso poner en marcha la comisión permanente de la empresa mixta, que puede estudiar la puesta en marcha de unas tarifas más asequibles. También ha criticado que el Ayuntamiento avalara la subida del servicio más asequible de SFB un 16%, que ha pasado de 1.800 a 2072 euros. Y ha acusado a los comuns de haber amenazado a los trabajadores de SFB, que se han manifestado en contra de la creación de la nueva empresa. El PSC ha votado contra el proyecto de Colau "sin pestañear", después de haber sido sometido las últimas semanas a un acoso indecente por parte de los comuns que no ha cesado ni en el pleno, en el que Badia ha llegado a comparar a Jaume Collboni con Manuel Valls, "el candidato de las élites".

Desde el PP, el concejal Alberto Fernández ha asegurado que no está en contra de abaratar los precios de los sepelios y ha recordado a Colau que en Barcelona ya existía una empresa pública que fue finiquitada por un gobierno de izquierdas del que formaba parte ICV. La útima venta se produjo en 2010, con Jordi Hereu como alcalde. El Ayuntamiento tenía el 51% de la empresa y se sacó de encima el 36%. "Ahora están promoviendo un nuevo engaño. Lo que hace falta para bajar los precios es introducir más competencia en el mercado. Quieren bajar los precios pero no demuestran cómo lo harán", ha dicho Fernández.

LA VENTA DEL 15% DE PARTICIPACIÓN MUNICIPAL

Los puntos que se han sometido a votación en el pleno de este miércoles no presentaban cambios de los que se aprobaron en comisión en diciembre de 2016. El gobierno ha planteado iniciar los trámites para que la empresa municipal Cementiris de Barcelona pueda operar como servicio funerario. El primer paso pasaba por ofrecer entierros low cost por unos 1.800 euros con un máximo de seis velatorios. El pleno también ha votado la venta del 15% de las participaciones que el Ayuntamiento de Barcelona tiene en la empresa publico-privada SFB, cuyo accionariado principal está en manos de Mémora, con el 85%. Badia ha alegado también motivos económicos para poner a la venta el 15% porque cada día que pasa las acciones pierden valor. En ambos puntos, la mayor parte de la oposición se ha posicionado en contra y el proyecto de Colau ha quedado definitivamente muerto y enterrado, al menos este mandato.

Al término del plenario, Colau ha hecho uso la palabra y ha cargado contra ERC y PSC por no haber votado favorablemente por intereses partidistas. Según la alcaldesa, este miércoles, con la oposición a crear la funeraria, ha ganado el partidismo y ha perdido la ciudadanía. "Estamos aquí para gobernar la ciudad, no por intereses políticos. En la defensa de los servicios públicos difícilmente encontraremos a los partidos liberales, pero lamento no haber alcanzado un acuerdo de izquierdas", ha subrayado la primera edil de la ciudad, que no se ha librado de los gritos de jolgorio por parte de los trabajadores de SFB presentes en la sesión plenaria y contrarios a la creación de la empresa pública.

6.500 EUROS POR UN ENTIERRO

Minutos antes, Badia ha defendido la puesta en marcha de la funeraria para abaratar un 40% los precios de los entierros en Barcelona. En opinión de los comuns, el importe medio de un sepelio en la ciudad se sitúa en los 6.500 euros. Sin embargo, el concejal ha omitido que tanto en SFB como en Áltima, otra de las empresas funerarias de la ciudad, ya existen servicios que rondan los 2.000 o 2.100 euros, incluidas las tasas municipales. En SFB, por ejemplo, el servicio coral cuesta unos 1.800 euros más tasas. Otra cosa es que este precio apenas se publicite. El Ayuntamiento tiene el 15% de SFB y, perfectamente, podría informar de estos importes en su web, algo que no hace. El concejal de Colau ha subrayado que según el barómetro municipal, el 80% de los ciudadanos están a favor de abaratar este servicio. 

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