El hipotético pacto entre los 'comuns' de Ada Colau y la ERC de Maragall se muestra prácticamente descartado. Pese a que los sondeos indican una posible victoria en las urnas de la formación independentista seguida de cerca por el partido que actualmente está en el gobierno de la capital catalana, los últimos acontecimientos han hecho que la alianza entre las formaciones políticas pierda mucho peso.

CAMBIO DE RUMBO

La nueva miembro de Esquerra Republcana, Elisenda Alamany, dejó su puesto como portavoz de los 'comuns' en el Parlament tras alegar que el partido había hecho un “cambio de rumbo” y afirmar que desde esta formación política no se había sido “contundente con la represión mientras juzgaban al Govern”.

Alamany, además, afirmaba hace tan solo un mes que tras dejar el partido no ficharía por ninguna otra lista, afirmación que fue desmentida oficialmente este jueves al hacerse público que sería la número dos en la lista de ERC para las municipales en Barcelona.

TRANSFUGUISMO CLÁSICO

Ada Colau ha calificado, en una entrevista con el periódico Línia Sants, de “transfuguismo clásico” el movimiento que ha realizado Alamany.

Tras esta valoración, la alcaldesa de la capital catalana ha continuado su crítica a la ex de los 'comuns', afirmando que “nunca la he escuchado hablar de la ciudad ni la he visto participar en ninguna iniciativa barcelonesa”.

Otras voces de Barcelona en Comú también se han pronunciado ante el movimiento de Alamany. Gala Pin, concejal de Ciutat Vella, ha afirmado que la nueva política de ERC tiene “intereses personales”, mientras que Eloi Badia, concejal de Gràcia, ha expresado que es “lo peor de la política”.

PARTIDOS

Este posible pacto, que ahora se plantea como muy difícilmente realizable, ha sido muy comentado entre los círculos de algunas formaciones políticas, como el PDeCAT y Ciudadanos, que daban como probable un pacto “populista-independentista” entre estos partidos para controlar la alcaldía de la ciudad.

La actual relación entre ambas formaciones tras la decisión de Elisenda Alamany, también choca frontalmente con la negociación entre Oriol Junqueras y Pablo Iglesias durante la visita del dirigente de Podemos a la cárcel de Lledoners, en la que sentaron las bases para formar un gobierno de coalición en la capital catalana entre Esquerra y Barcelona En Comú.

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