En el amor y en la campaña electoral todo vale. Así se lo ha tomado el candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, rejuveneciendo su imagen viajando en una moto de alquiler. Sin prestar mucha atención, en un momento puntual ha dejado el vehículo aparcado en una acera estrecha. Mala elección.
Las redes sociales han mostrado rápidamente su indignación y un abogado miembro del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) y exconcejal de Barcelona, Daniel Sirena, ha puesto los puntos sobre las íes: “La ordenanza municipal prohíbe estacionar motocicletas en aceras de menos de tres metros”, ha recalcado.
UNA CAMPAÑA ELECTORAL "SOBRE RUEDAS"
En una entrevista con Betevé, el candidato ha contado que harán campaña sobre ruedas con estas motos que han alquilado y que han bautizado como Maragall One Force, inspirándose en el avión Air Force One, con el que viajaba el presidente de Estados Unidos. Con ella pretenden mandar un un mensaje de movilidad sostenible, aunque desde el mismo partido republicano apostillan que habitualmente no lo conducirá Maragall.
Y, efectivamente, tal como dicta la ordenanza municipal, no se puede aparcar en aceras de menos de tres metros de ancho. También establece que en aquellas que tienen entre tres y seis metros se puede aparcar siempre y cuando no haya sitio en la calzada, aunque el estacionamiento del vehículo se debe hacer en forma paralela a la misma y a más de medio metro del límite del bordillo y sin entorpecer el acceso a contenedores, papeleras o parkings.
¿DÓNDE SE PUEDE APARCAR LA MOTO?
Por otro lado, en las aceras que tienen más de seis metros, se puede aparcar en semibatería, siempre y cuando no haya otros obstáculos, como terrazas de bares que dificulten el paso a los peatones.
Cabe recordar que Barcelona es una de las ciudades europeas con más vehículos motorizados con dos ruedas y la mayoría aparcan en las aceras. En total hay 230.000 motos registradas y unos 60.000 ciclomotores, según datos del parque móvil de la ciudad.