El futuro del Zoo de Barcelona se aplaza dos semanas. Hasta el pleno municipal del próximo 3 de mayo, el último del mandato. Este lunes, en comisión municipal, la mayoría de los grupos de la oposición han hecho reserva de voto y no mostrarán su posición hasta el día del Consejo Plenario. Éste ha sido el caso del PDeCAT, Ciutadans, CUP y los concejales no adscritos, Gerard Ardanuy y Juanjo Puigcorbé, 19 de los 41 regidores del Ayuntamiento.
El Plan Estratégico del Zoo prevé convertir el equipamiento en un centro de referencia mundial y en un punto de encuentro de investigación, conservación y divulgación de la fauna autóctona, ibérica y mediterránea, según el gobierno de Ada Colau. Los únicos partidos que han apoyado la propuesta han sido Barcelona en Comú y ERC, mientras que PSC y PP han votado en contra. El plan del Zoo, impulsado por la iniciativa animalista ZooXXI, sigue sin generar el consenso político necesario.
RECHAZO SOCIAL
Tanto el regidor socialista, Daniel Mòdol, como el popular Alberto Villagrasa han asegurado que el plan propuesto por el gobierno de Colau supone condenar al Zoo de Barcelona a cerrar. Los trabajadores del Zoo tampoco están a favor de la propuesta lanzada por los comuns y este lunes han vuelto a hacer evidente su malestar en la comisión municipal. Los empleados, como PSC y PP, consideran que el Zoo va abocado al cierre en caso de ejecutarse el plan de Colau.
El comisionado de Ecología, Frederic Ximeno, ha defendido que el futuro avance hacia un modelo basado en la educación, la conservación y la investigación, aunque ha admitido que existen discrepancias. Desde las filas del PDeCAT, Jordi Martí ha criticado la falta de capacidad de generar consenso por parte del gobierno de Colau. Y el concejal de Ciutadans, Santiago Alonso, ha puesto sobre la mesa el "rechazo social" que genera el plan de Colau.