En la política, como en el amor: todo vale. La cuenta atrás para las elecciones ha empezado y los candidatos sacan las mejores versiones de sí mismos para impresionar a sus votantes. Este sábado, el aspirante a la alcaldía Ernest Maragall (ERC) se ha marcado unos chutes con algunos menores extranjeros no acompañados (menas) en el Parque de Joan Miró antes de participar en un acto de campaña con su partido. Con más vitalidad que agilidad, el republicano ha hecho alarde de su dominio en materia deportiva con este pequeño break antes de seguir con la campaña. De hecho, el partido presentaba ahí mismo sus propuestas en materia de integración con un torneo de fútbol coorganizado por el Centro Social Darna, una entidad que fomenta la convivencia y la inserción de los inmigrantes.
Las contrincantes más jóvenes, Ada Colau (BComú) y Elsa Artadi (JxCat), han hecho hincapié en la veteranía de Maragall, que tiene 76 años. Sobre todo Colau, que no se ha cortado ni un pelo en criticar al que podría arrebatarle el cargo de alcaldesa, según apuntan las encuestas. Ella justifica que la edad de cualquier político puede aportar mucho a un Ayuntamiento, pero defiende limitar el tiempo para estar en la política profesional.
CRITICAN SU VETERANÍA
En este sentido, la alcaldesa reprocha sin tapujos a Ernest Maragall que lleve "40 años dedicándose" a esto. El candidato a la alcaldía de Esquerra Republicana, estuvo muchos años en el Partido Socialista de Catalunya y conoce la estructura del Ayuntamiento de la mejor manera posible: su hermano Pasqual Maragall fue alcalde de la ciudad durante 15 años.
Por su parte, Artadi aseguró el viernes que Maragall "claramente no es la opción de futuro para la ciudad". Y, además, lanzó un dardo sobre su edad."Lleva desde 1965 trabajando en el Ayuntamiento, ya no es que no hubiera nacido, es que mis padres no estaban ni casados", dijo en una entrevista a un medio de comunicación francés.
Ante las acusaciones, Maragall ha querido dejar claro que todavía tiene energía. Es por eso que en el marco de la campaña se ha empecinado –¿forzadamente?–en mostrar su vitalidad física. Así, “en lugar de recurrir a descalificaciones personales”, Maragall ha pedido poner el énfasis en confrontar propuestas y mirar al futuro.