El candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, lanzó hace unos días un reto a Ada Colau, actual alcaldesa y su máxima rival en la carrera electoral, según las encuestas. Le instó a hacer un cara a cara para debatir sus propuestas para la ciudad en los próximos cuatro años.
La respuesta de la alcaldesa ha sido aceptar el reto que le lanzó el candidato republicano. Una estrategia acertada si tenemos en cuenta que la mayoría de las encuestas dan como ganador a Maragall.
SIN FECHA NI LUGAR
Aunque los dos candidatos se han mostrado dispuestos a enfrentarse en un debate a dos, lo cierto es que no hay ni fecha ni lugar para que se puede llevar a cabo. La cercanía de las elecciones y lo apretado de los actos electorales que ambos candidatos tienen concertados hace complicado que se pueda llegar a un acuerdo.
¿ERROR DE ESTRATEGIA?
Una norma habitual es que el candidato que obtiene mejores resultados en las encuestas es el más reticente a aceptar un debate. Y, en este caso, las encuestas dan a Maragall como favorito, por lo que es el que tiene más a perder.
Además, parece evidente que la actual alcaldesa sabe desenvolverse muy bien en las distancias cortas y ante el público, tanto si es en vivo como en emisiones en directo de radio y televisión. Ofrece una imagen y un discurso mucho más próximo que el de su rival.