La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sabe que se juega el tipo en las elecciones municipales de este 26 de mayo. El candidato de ERC, Ernest Maragall, podría arrebatarle el cargo, pero ella no quiere permitírselo. Este viernes, la líder de los comuns en la ciudad ha sacado su artillería más pesada y se ha comido con patatas al alcaldable independentista en un cara cara de la cadena Ser Catalunya conducido por Josep Cuní.
En materia de seguridad, Colau ha denunciado –por enésima vez– las dificultades para que se aumente el número de agentes para la ciudad que dependen de la Generalitat, efectivos que Maragall ha dicho que "no tendrá problema" en conseguir.
UN ZASCA A MARAGALL
"¿Están reconociendo que utilizan las instituciones públicas de forma partidista?", le ha soltado Colau a Maragall, refiriéndose al gobierno de ERC y JxCat en la Generalitat. El alcaldable ha tratado de esquivar cada uno de los dardos sin mucha agilidad ni convicción.
La alcaldesa ha defendido que su ayuntamiento ha tenido que "revertir" en cuatro años problemáticas que llevaban instaladas "40 años" en la ciudad y por las que Maragall, en distintos cargos a lo largo de estas décadas a uno y otro lado de la plaza Sant Jaume, "no hizo nada".
Tras las ofensivas de la alcaldesa, Ernest Maragall ha optado por cobijarse bajo el procés. Así ha vinculado a Colau con “el 155, partido con el que pactará”, según el veterano político. Ella, por su parte, se ha defendido recordando su opinión sobre “la libertad de os presos pese a no ser independentista”. “No hacemos partidismo con la represión, como hace usted”, ha espetado Colau.