Una reunión disentida entre compañeros de trabajo ayuda a establecer complicidades, lanzar algunas flores y descubrir anécdotas hasta ahora incontables. Y si se trata de rivales políticos, esto solo ocurre cuando llega la hora del adiós.

Por ello, el homenaje que el Gremi de Restauració y Barcelona Oberta han organizado para homenajear a los concejales y despedir a los que abandonan el consistorio ha servido para recordar momentos divertidos de estos ‘enemigos íntimos”.

AL FÚTBOL CON PISARELLO…

Los aplausos y las risas las ha provocado, más que nadie, Alberto Fernández Díaz, el líder del PP municipal que abandona la política por decisión propia. Ha contado dos anécdotas, una de su primera legislatura y otra de la última.

La más graciosa ha sido, sin duda, ha sido la de esta legislatura. Fernández Díaz ha contado que, tras varios enfrentamientos verbales con Gerardo Pisarello, convenía apaciguar los ánimos, conocerse más a fondo y mejorar su relación personal. Y encontró la solución en un partido de fútbol. Fernández Díaz es forofo del Espanyol y Pisarello simpatiza con el Atlético de Madrid. Así que, aprovechando un Espanyol-Atlético en Cornellà, el dirigente del PP invitó al de BeC al partido. Y allí fueron ambos. Pero no al palco, sino al fondo norte, “donde a mí gusta ver los partidos”, ha dicho Fernández Díaz.

“La gente se nos quedaba mirando con cara de estupefacción”, ha reconocido. Y le dijo a su acompañante que “si alguien nos hace una fotografía, mañana la veremos en todos los periódicos”. No fue así y todo quedó en secreto… hasta ahora.

… TRINI, A SUS PIES

El político del PP ha sido también protagonista indirecto de otra anécdota. En este caso, la ha relatado Trini Capdevila, de ERC, que también abandona el consistorio. Por su situación en el salón del pleno, ambos políticos están en bancadas opuestas, con la de Esquerra en la segunda fila.

Tras una discusión política con Fernández Díaz, Capdevila se levantó de su escaño, tropezó. "Y salí volando, yendo a parar a los pies de Alberto. Él me dijo: Si quieres venir a mis brazos tampoco hace falta esto”. Las risas de los presentes han sido sonoras. “Enseguida vino a atenderme Xavier Trias para ver si me había roto algo. Cuando hago algo, lo hago a lo grande”, ha concluido.

TAXIS COMPARTIDOS

Carina Mejías ha relatado que muchas veces ha compartido taxi con miembros de otros partidos políticos que viven cerca, “para que luego digan que los políticos somos derrochadores”. Por su parte, Sònia Recasens ha recordado que, en plena negociación de unos presupuestos, hizo que una reunión se celebrara en un bar cerca de su casa, “ya que acababan de operar a uno de mis hijos”, pero se hizo tan tarde que iban a cerrar, así que “tuve que pedirle al propietario que el asunto era muy importante y que nos permitiera seguir”.

UNA CENA…A SUSURROS

Curiosa ha sido la anécdota que se ha contado desde ‘las dos caras de la moneda’. Roger Pallarols y Carina Mejías, amigos desde hace años, fueron a cenar a un restaurante. Sentados en la mesa, apareció Agustí Colom (BeC), al que el camarero sentó en la mesa de al lado.  “Agustí se ofreció a cambiarse de mesa si nos molestaba, pero le dijimos que daba igual. Pero tuvimos que bajar la voz para que no nos escuchara”.

En su turno de palabra, Colom ha recordado la misma anécdota: “Es cierto, me ofrecí a cambiarme… esperando que me dijeran que sí”. Él también quería intimidad y también tuvo que bajar la voz.

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