El pasado 23 de mayo, el Ayuntamiento de Barcelona adjudicaba definitivamente un contrato de gestión a la empresa Calaix de Cultura por un total de casi 1,8 millones de euros. La propuesta de adjudicación, firmada por el teniente de alcalde Jaume Asens, lleva fecha del 7 de mayo y detalla que el contrato tiene por objeto “la gestión, dinamización y coordinación del Centro Cívico Vallvidrera Vázquez Montalbán, Centro Cívico l’Elèctric y el Casal de Barri Can Rectoret”. La adjudicataria es Calaix de Cultura.
La gestión de los centros citados se prolongará hasta el año 2022 y supondrá más de 252.000 euros durante el presente ejercicio, 589.000 euros el año que viene; 591.000 en el 2021; y 338.000 euros el último año de contrato. El año pasado, esta empresa ya tuvo una subvención de 76.500 euros para la gestión de talleres e información del centro cívico La Sedeta. Calaix de Cultura lleva la gestión técnica del Espai Putget, tal y como consta en la web de este centro. Asimismo, promueve y organiza las actividades del verano de 2019 en el centro cívico Baró de Viver. En 2017, se hizo con la gestión de los equipamientos infantiles del Casal Infantil El Turó y el Casal Infantil Vilapicina-Torre Llobeta por 84.797 euros.
Calaix de Cultura está gestionada por Eva Labal y Montse Aguiar. En el decreto de adjudicación municipal, se explicita que su propuesta para llevar los centros Vázquez Montalbán y Elèctric “fue la oferta más ventajosa”. Era lógico: según recogen las actas de la mesa de contratación, al concurso solamente se presentó esta empresa, por lo que había una única plica a valorar.
47 ADJUDICACIONES EN CINCO AÑOS
En los últimos 5 años, Calaix de Cultura tuvo 47 adjudicaciones públicas por concurso, según los datos oficiales sobre la empresa. De ellas, 30 fueron del Ayuntamiento de Barcelona y cinco del Consorcio del Barrio de la Mina. El total embolsado por la empresa fue de más de 9,2 millones de euros.
Esta misma compañía obtuvo también 22 contratos menores del Ayuntamiento durante al año 2018, por un total de 2.561.133,19 euros. En el año 2017, los contratos menores adjudicados a la sociedad fueron un total de 36, por un monto de 2.671.845,95 euros.
En el mismo domicilio de Calaix de Cultura opera también otra compañía con el mismo objeto social. Se trata de Relleu Cultural, que en 2018 logró 9 contratos menores por valor de 197.494,85 euros. En el 2017, los contratos conseguidos eran 10, pero el monto total de los mismos ascendía a sólo 112.173,10 euros.
TAMBIÉN UNA COOPERATIVA
Lo que más llama la atención, no obstante, es que en el mismo domicilio figura una sociedad cooperativa catalana limitada (SCCL) que se lleva un buen pico de contratos del Ayuntamiento. Este tipo de sociedades han sido las grandes mimadas del consistorio que preside Ada Colau, hasta el punto de que se prima la adjudicación a SCCL antes que a otros tipos de compañías mercantiles.
La que comparte sede (y directivos) con Calaix de Cultura y Relleu Cultural es Ludic 3 SCCL. En los últimos cinco años, esta firma se hizo con seis adjudicaciones por concurso público del Ayuntamiento de Barcelona y una del Ayuntamiento de Alella. El monto total del dinero embolsado fue de más de 2,7 millones de euros.
El pequeño emporio –con sede en la calle Diputación- reparte así sus intereses entre empresas mercantiles clásicas o desvía contratos hacia la cooperativa, dependiendo del tipo de contrato y de la Administración que lo convoque.
En la ciudad de Barcelona, Ludic 3 tiene un auténtico chollo, ya que gestiona un puñado de centros cívicos que le suponen millones de euros cada año. Sólo durante el año 2018, Ludic 3 obtuvo dos ayudas de 225.838,41 y 6.790,76 euros para la gestión y explotación del centro cívico Urgell; para la gestión y explotación del centro cívico Casa Elizalde, recibió dos subvenciones de 159.713,92 euros y 8.435,23 euros; Otras dos por 214.048,24 euros y 7.579,38 fueron destinadas a la gestión y explotación del centro cívico Golferichs y Espai Foto. Para la explotación del centro cívico Fort Pienc percibió tres subvenciones: 253.921,18 euros, 11.478,82 euros y 1.936,22 euros; la explotación del centro cívico Bon Pastor le supuso subvenciones por 102.625,13 euros; otros 41.700 euros se destinaron a la gestión del centro cívico Pere Pruna; y 425.000 euros correspondieron a la gestión del centro cívico Vallvidrera-Vázquez Montalbán, centro cívico l’Elèctric y Can Rectoret.
En total, pues, la cooperativa se embolsó más de 1,5 millones de euros durante un solo ejercicio por la gestión de un puñado de centros cívicos. Al margen de esas adjudicaciones, la cooperativa logró otros 12 contratos menores públicos municipales por un monto total 89.619,49 euros.
De lo que no hay duda es de que el método le funciona al grupo empresarial: la gestión del centro Vázquez Montalbán y Elèctric, que el año pasado estaba en manos de la cooperativa Lúdic 3 ha pasado ahora a una sociedad limitada. Pero en realidad no ha cambiado nada: ambas comparten domicilio social y los intereses empresariales que hay detrás con exactamente los mismos.