Lliga Democràtica, un nuevo partido para "parar el independentismo"

En las próximas semanas o como muy tarde tras el verano, en Cataluña se pondrá en marcha un nuevo partido político no independentista de centroderecha. Oficialmente, detrás de este partido no estará Manuel Valls, aunque sí que es uno de sus principales valedores. Una de las personas que está al frente de la formación política es Eva Parera, exdirigente y exsenadora de Unió Demòcrática de Catalunya y ahora regidora electa del Ayuntamiento de Barcelona con Valls tras la ruptura de Ciutadans con el exprimer ministro francés.

El nuevo partido todavía no se ha registrado, pero podría bautizarse como Lliga Democràtica. Lo avanzaba hace unos días la directora adjunta de La Vanguardia, Lola García, y lo confirma Parera en una entrevista con Metrópoli Abierta. "Éste es uno de los dos nombres que se está estudiando". El objetivo de esta iniciativa política es concurrir a las próximas elecciones autonómicas que se podrían convocar entre otoño e invierno para parar el independentismo.

ELECCIONES AUTONÓMICAS A LA VISTA

Entre las opciones que se barajan es que haya elecciones el próximo febrero o marzo, aunque también se podrían avanzar a noviembre si antes se conoce la sentencia del Tribunal Supremo y da tiempo al presidente Quim Torra de convocarlas para sacar rédito de lo que dicten los tribunales. Parera se muestra más partidaria de que el partido se presente antes de las vacaciones de verano para estar preparados si los comicios son en otoño. Oficializar el partido antes también permitiría "evitar las especulaciones y los rumores, que confunden a la gente, y trabajar abiertamente", subraya.

El partido se empezó a fraguar el invierno pasado. "No fue una idea mía. Surgió de la sociedad civil", cuenta la concejal. Parera no concreta que otros nombres hay detrás de esta aventura política -aunque también están el expresidente de Societat Civil Catalana, Josep Ramon Bosch, y la politóloga Astrid Barrio-, ni quién puede ser el cabeza de lista. "No se ha decidido". Ella, dice, ejerce la "representación pública", será fundadora y posiblemente seguirá como portavoz hasta que se elabore la lista para optar al Parlament de Catalunya. 

300.000 VOTOS

La portavoz opina que un partido catalán de centroderecha no independentista puede tener nicho electoral. La plataforma realizó una encuesta que le daba cinco diputados en el Parlament, cuatro por Barcelona y uno por Tarragona, y a finales de junio se hará otra. Las expectativas de voto se mueven en unos 300.000 votos, la mayoría de los que pueden ser de personas catalanistas no independentistas y que se sienten huérfanos de un partido de referencia tras la extinta CiU. "El objetivo del partido es parar al independentismo. No hacen falta muchos votos para romper la mayoría independentista".  

Tras la desaparición de CiU han aparecido distintas siglas próximas más allá del PDeCAT, Junts x Cat o Demòcrates, claramente independentistas. Se trata de Units x Avançar -ahora con el PSC-, Convergents -pactistas y más sobiranistas- y Lliures -fuerza conservadora liderada hasta finales de abril por Antoni Fernández Teixidó-, pero ninguna ha conseguido aglutinar este voto catalanista ni ha sido capaz de encontrar un liderazgo potente. Para Parera, este espacio "no lo ocupa nadie. Los tres partidos son viejas caras. Nuestra propuesta surge para acabar con los bloques y reconciliar a los catalanes". Muy probablemente, Lliures formará parte del nuevo proyecto.

COLAU, MÁS CONTROLADA

A punto de instalarse en el Ayuntamiento en su primera experiencia como regidora, Parera formará parte del grupo municipal de Barcelona pel Canvi, únicamente con Valls, tras la ruptura con Ciutadans, aunque dice que su papel será relevante en el mandato. La edil defiende el voto en el pleno de investidura favorable a Ada Colau para impedir que la ciudad tuviera un alcalde independentista. Según Parera, ERC ha quedado muy tocada tras perder la alcaldía. También opina que este mandato la alcaldesa no podrá ser tan complaciente con el independentismo al gobernar en coalición "casi al 50%" con el PSC, un partido constitucionalista.