La movilidad de Barcelona encalla. La gestión de Ada Colau está bajo sospecha y el sector del patinete se siente maltratado por la alcaldesa y su socio de gobierno, el PSC. Rosa Alarcón, regidora de movilidad y presidenta de TMB, alardeó el jueves al mediodía de que el Ayuntamiento ha impuesto 1.500 multas a empresas de vehículos de movilidad personal de uso compartido y el pasado fin de semana requisó 33 patinetes. Los usuarios de patinetes eléctricos, mientras, lamentan las medidas de la administración local.

Alarcón ha puesto en el punto de mira a dos empresas de patinetes eléctricos compartidos: Bird y, sobre todo, Reby, la gran perjudicada por los decomisos y las multas de los últimos días. El pasado 2 de julio, Metrópoli Abierta ya avanzó que agentes de la Guardia Urbana sancionaban a los vehículos de movilidad personal que estaban mal estacionados en la vía pública. Al margen de la multa, los agentes activaban el servicio de la grúa municipal para que fueran arrancados y llevados al depósito municipal.

LA LEGALIDAD DE REBY

Fuentes de Reby consultadas por Metrópoli Abierta aseguran que son legales, ya que disponen de la pertinente licencia concedida por el Ayuntamiento y el registro de sus vehículos como dispositivos de movilidad personal, otorgado por el mismo consistorio. La empresa de alquiler también recalca que sacó una aplicación de inteligencia artificial para evitar que sus usuarios aparcaran en zonas prohibidas y lo hicieran en zonas compartidas con las bicicletas.

La guerra del gobierno municipal a los patinetes de alquiler, según algunas fuentes, se debe a las pérdidas que acumula el Ayuntamiento por la caída del bicing en los últimos meses. Y lamentan que tendrá un impacto económico muy negativo para el sector.

DISCREPANCIAS EN BARCELONA EN COMÚ

Silvia Casorrán, consellera del distrito de Sant Martí (BeC), no comparte las medidas de Alarcón contra el patinete eléctrico de alquiler. “Creo que Barcelona debería sacar pecho por ser la primera ciudad que tiene el sharing de patinetes ordenado en la vía pública y no el desbarajuste que pasa en París, Madrid, Málaga, Lisboa u otras tantas ciudades de todo el mundo”, escribió en su cuenta de Twitter, el pasado 30 de agosto.

Las medidas de Alarcón suscitan bastantes recelos entre los comunes, más partidarios de perseguir a las motos y a los coches particulares. Entre los usuarios del patinete también ha sorprendido la postura del PSC.

IMPACTO ECONÓMICO MUY NEGATIVO

Los usuarios de los patinetes eléctricos también están muy preocupados por el impacto que podrán tener las medidas disuasorias del Ayuntamiento. “Demonizar el patinete eléctrico mientras se hace la vista gorda con las motos compartidas y no compartidas. No lo entiendo”, expresó Genís Barrera, también en Twitter.

La campaña contra los usuarios del patinete eléctrico se ha intensificado en las últimas horas. Este jueves, a las 16.00 horas, la Guardia Urbana ha cortado dos carriles de la calle Urgell, entre Mallorca y Provença. Un agente ha llamado la atención de un usuario por escuchar música con cascos y ha parado a otro por llevar “un casco antirreglamentario”. “El acoso es escandaloso. Que se aclaren ya con el tipo de movilidad que quieren para Barcelona”, ha expresado un usuario a este medio.

La Guardia Urbana para a un usuario que se desplaza por Barcelona en patinete eléctrico



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