El Col·lectiu Primer d'Octubre es el corriente interno más crítico dentro de Esquerra Republicana per Catalunya (ERC). Desde hace unos meses, sus miembros denuncian públicamente su discrepancia en la manera de luchar por la independencia de Cataluña. Ellos defienden un punto de vista unilateral mientras que la dirección tiene otro más pragmático.
Este choque de ideas ha llegado a tensionar al partido de puertas para adentro. En una conversación con Metrópoli Abierta, uno de los portavoces de esta corriente, Xavier Martínez-Gil, cuenta el porqué de este enfado de este sector de las bases con la dirección de ERC tanto a escala catalana como local. En este último nivel, este republicano crítico acusa a Ernest Maragall de representar "el pasado".
MARAGALL O BOSCH
Hace algo más de un año, el sector más ortodoxo de la militancia de base del partido alertó que la actual dirección de ERC no reconocía la decisión escogida en Primarias, en la que se apostaba por Alfred Bosch como alcaldable. Se trató de una decisión política. Una apuesta del propio Oriol Junqueras desde la cárcel de Lledoners.
Entonces, se optó por un intercambio de cromos y Maragall pasó de consejero de Asuntos Exteriores a alcaldable de Barcelona por ERC mientras que Bosch emprendía el camino a la inversa. "Era una mala decisión. Y, a principios de año, yo, en nombre de varios militantes de ERC en Barcelona, salí y di la cara", asegura Martínez-Gil.
UN APELLIDO CONOCIDO
Este militante de base de ERC argumenta que fue una mala decisión "por las formas, porque rompía con el empoderamiento de la militancia de base con las primarias, y por el contenido, porque entendíamos que Ernest Maragall no era el mejor perfil de candidato que podíamos presentar".
"Creíamos que buscar un apellido para tratar de tener un mejor resultado electoral no era la solución", afirma el militante de Esquerra. Además, recalca que los Maragall representaron en su día desde la alcaldía "un esquema de confrontación con la Generalitat de Cataluña. Representaba un modelo que no es el que entendemos que ni Barcelona ni Cataluña necesitan actualmente".
PI I SUNYER MEJOR QUE MARAGALL
Martínez-Gil define a Ernest Maragall como "una persona con mucho bagaje, con mucha experiencia, pero justamente por este argumento entendíamos que era el candidato ideal para proyectar la Barcelona del futuro. Tanto su hermano Pasqual como él representan la idea de la Barcelona olímpica, un pasado que ya no volverá. A la manera de hacer política de las décadas de los años 80 y 90", señala.
También asegura que, si desde ERC tienen que recordar la figura de un alcalde de Barcelona del pasado que evoque un sentimiento positivo hacia su gente, ésta es es "la de Pi i Sunyer (último alcalde republicano en los años 30 antes del franquismo y que se marchó al exilio tras la Guerra Civil) y no la de los hermanos Maragall".
ALTERNATIVA PARA LA DIRECCIÓN
Por todo ello, este militante intentó confrontar sus ideas con las de Maragall y batirse en duelo en unas primarias abiertas con el veterano político catalán. Aunque finalmente el histórico político barcelonés fue escogido como alcaldable de ERC porque no logró los avales suficientes para ni siquiera presentarse a las primarias.
Según él, la dirección del partido "cerró las puertas a cualquier tipo de debate interno", lo que hizo que Maragall quedase como candidato único de las primarias a alcaldable de ERC en Barcelona.
FALTA DE ASAMBLEARISMO
Este militante de base de ERC se muestra preocupado por la progresiva "pérdida del carácter asambleario del partido", en lo relativo a la toma de decisiones estratégicas en el sí de esta histórica formación independentista de izquierdas. Desde el punto de vista de Martínez-Gil, su aparición, junto a otros compañeros, el pasado otoño de 2018 sirvió para “poner en evidencia” esta pérdida de democracia interna.
Además, el ex aspirante a alcaldable de Barcelona explica que la dirección del partido no le permitió ni a él ni a los miembros de su candidatura ir a los casals de ERC (las sedes que tienen los republicanos en cada barrio de la ciudad) a presentar su propuesta política para luchar contra Ernest Maragall.
Ya en el pasado otoño, cuando su candidatura echó a andar y empezaron a hablar con la militancia de base para recoger los avales, Martínez-Gil notó "preocupación por la falta de deliberación interna en el partido". Y, según asegura, la gente de Esquerra "quiere debatir más y decidir más". En definitiva, la lucha de esta corriente interna es "por las ideas" y tratar que las que ellos representan sean mayoritarias dentro de la formación tanto a nivel de Barcelona como en Cataluña.
RESULTADO MEJORABLE
El militante independentista reconoce que el resultado final de ERC en las elecciones municipales del pasado mayo fue "bueno (primera posición y diez escaños) aunque pudieron ser mejores". Hay que recordar que con estos resultados los republicanos no pudieron gobernar en solitario ni en coalición.
El contrincante de Maragall el pasado otoño antiene que se debería haber trabajado con un candidato con otro perfil. Es decir, "con una persona que no tuviese estas aristas del pasado y que no tenga reparos en mostrarse como un candidato abiertamente independentista", algo que Maragall, según él, "no ha hecho". También afirma que la campaña electoral "no estuvo del todo mal" pero que con otro candidato les hubiese ido "aún mejor".
CRÍTICAS A SOL Y TARDÀ
El portavoz del Col·lectiu Primer d'Octubre arremete también contra las figuras de Sergi Sol (principal asesor de Junqueras y una persona con mucho poder en el partido) y Joan Tardà (exdiputado del Congreso de los Diputados por ERC). Martínez-Gil cree que hay que "separar el ruido mediático de la realidad del partido. Tenemos un Presidente, una Secretaria Nacional y una Ejecutiva Nacional escogidas por la militancia y estas personas son quienes representan al partido".
Este militante crítico prosigue y dice que más allá de esto, "hay personas (más o menos destacadas y más o menos mediáticas) que expresan opiniones personales. Yo mismo lo hago. Cuando hablan Sol o Tardà se tratan de dos opiniones personales. Pero la posición del partido es la que es y la escogimos en la última ponencia política del partido (que apuesta por conseguir la independencia por la vía unilateral)". Pero este punto de vista no se corresponde con la actual realidad de lo que defienden los que mandan en el partido.
EL ACERCAMIENTO A GRAUPERA
Cuando Martínez-Gil y su gente vieron el pasado otoño que cada vez era más complicado cambiar el partido por dentro, buscaron una alternativa. Como veían que uno de los principales motivos por los que había muchos militantes de ERC que rompían el carnet era la falta de democracia interna, optaron por participar de las primarias organizadas por la Assemblea Nacional de Catalunya (ANC), Primàries Barcelona.
En aquel momento, participó en el proceso de primarias internas de esta nueva formación política, liderada por el filósofo barcelonés Jordi Graupera. Fue un primer aviso. Un militante de ERC se presentaba en las primarias de un partido que se caracteriza por ser muy crítico con la visión estratégica de la actual dirección del partido.
Al final, no se presentó por las listas de Primàries Barcelona porque "no quería dejar Esquerra y por discrepancias ideológicas con Graupera". La idea de la corriente interna Col·lectiu Primer d'Octubre es cambiar el partido desde dentro.
EL ENTORNO DE MARAGALL DISCREPA
Fuentes del entorno de Maragall contactadas por Metrópoli Abierta han salido al paso de las declaraciones de Martínez-Gil e indican que "pocos partidos en Cataluña han otorgado tanta confianza a su militancia como el nuestro en los últimos cuatro años". Además, estas mismas fuentes aseguran que es "imposible que un partido que no esté cohesionado gane unas elecciones municipales y dos elecciones generales consecutivas en Cataluña".