Marilén Barceló (Palma de Mallorca, 1975) es regidora de Ciutadans en el Ayuntamiento de Barcelona por segundo mandato consecutivo. Doctora en Psicología, milita en el partido naranja desde 2012. En las elecciones de 2015 fue la número tres de la lista que encabezó Carina Mejías. En los comicios del pasado 26 de mayo, repitió en la candidatura que lideró Manuel Valls, esta vez en el puesto seis. Tras la investidura de Ada Colau, Barcelona pel Canvi (Valls) y Ciutadans se separaron por el apoyo del exprimer ministro francés a Colau. Ahora son dos grupos municipales distintos.  

¿Cómo está llevando la reclusión?

Lo llevo bien. El teletrabajo ahora forma parte de mi vida. Estoy en contacto continuo con mis compañeros del grupo municipal, pero es un situación que nunca imaginé que pudiera pasar. Jamás pensé que viviríamos algo así. Habrá un antes y un después del Covid-19. Me preocupa todo de esta crisis, en especial, cómo lo están viviendo los colectivos más vulnerables y las personas que tienen algún tipo de diversidad funcional que necesitan salir un ratito a la calle. Me está resultando muy duro, indignante y triste lo que está pasando en las residencias y ver que las personas que pierden a sus seres queridos no se pueden despedir de ellos.

Una de las mayores críticas al gobierno municipal le han llegado por su gestión de los colectivos vulnerables. Las personas sintecho, por ejemplo, han estado muchos días en la calle sin confinarse. ¿Qué valoración hace?

Habrá tiempo para valorar la gestión y hacer las críticas pertinentes. Los servicios sociales antes de la llegada de la pandemia ya no funcionaban como debían. Desde Ciutadans hemos solicitado su reforma desde hace años. Esta crisis solo ha hecho que mostrar más esa situación. Solo están abiertos nueve de los 43 centros de servicios sociales. Sabemos que la situación es difícil, pero hemos solicitado en nuestro plan contra la pandemia que, por lo menos, hubiera uno por distrito. También hemos solicitado que se aumentasen los canales telemáticos y telefónicos para poder atender al mayor número de barceloneses. Sobre las personas sin hogar, todo habría sido más fácil si hubieran aplicado otra de las medidas que hicimos llegar al gobierno municipal: disponer de las 400 plazas de la Operación Frío o que se hubieran destinado recursos desde el principio a todas las personas sin hogar con adicción a las drogas.

Marilén Barceló, en la horchatería de El Tío Ché, junto con Inés Arriamdas y Celestino Corbacho / TWITTER MARILÉN BARCELÓ



Los últimos días el Ayuntamiento ha abierto más equipamientos para los colectivos vulnerables. Parece que se ha rectificado. ¿Ahora se puede decir ya que estos ciudadanos están confinados en su mayoría y reciben la atención pertinente?

Como usted mismo lo dice, ha sido en los últimos días y no se han hecho todos los deberes. Hay muchas personas sin hogar en Barcelona que siguen desprotegidas frente al virus, viviendo en parques, como en la montaña de Montjuïc. Ante esta emergencia, es importante aumentar de inmediato el número de educadores de calle para que establezcan el vínculo con estas personas y acudan a los equipamientos.

Arrels Fundació asegura que se multó a personas sintecho por estar en la calle durante el confinamiento. ¿Qué opina sobre estas sanciones?

Nos consta la información y pedimos explicaciones al gobierno, pero la respuesta fue que no les constaba. Lo importante ahora es que las personas sin hogar puedan hacer el confinamiento cuanto antes en los equipamientos habilitados y aprovechar para trabajar con ellos para que no vuelvan a dormir en la calle.

Otro de los colectivos más afectados por esta crisis sanitaria es la gente mayor. Centenares de personas están muriendo en las residencias, en muchos casos con poca atención médica, y sin equipos de protección ni tests. ¿Qué ha fallado?

La coordinación entre las administraciones y la falta de previsión. Se ha actuado mal y tarde. Aunque el Ayuntamiento no tenga todas las competencias, cuando hay un problema tan grave de salud hay que pasar a la acción, no basta con alertar de la situación. Es muy preocupante la falta de tests en las residencias y la falta de material de protección para los trabajadores. Las familias están sufriendo mucho por la incertidumbre que están viviendo. Nuestros mayores tienen que estar protegidos como todos los ciudadanos.

Marilén Barceló con sus dos asesores, María José Ortiz y Eloy Valdecantos / CIUTADANS



También se ha producido críticas de sindicatos de la Guardia Urbana y de servicios sociales por la falta de material de protección. ¿Le consta que hayan faltado mascarillas, guantes o gafas protectoras a los equipos municipales de servicios esenciales?

Sí, me consta. Hemos hablado con profesionales de ambos sectores. Es inaceptable que un trabajador social que visita diferentes domicilios, no sepa si las personas a las que atiende tienen el virus o no y no disponga del material adecuado para protegerse. No se pueden demorar más la entrega de material a residencias, hospitales y profesionales que trabajan en la calle. Mientras llega el tratamiento más eficaz, mientras llega la vacuna, se necesita protección y recursos.

La alcaldesa, Ada Colau, ha criticado enormemente la gestión de las residencias por parte de la Generalitat, la administración de la que dependen en su mayoría. Ha dado unas cifras de contagiados en los centros de la ciudad muy por encima de los que ofrece el Govern autonómico. ¿De qué datos dispone usted?

Disponemos de los datos que nos facilitan. No vale decir que no es de mi competencia. ¡No valen las excusas! Si la Generalitat no lo hace, el Ayuntamiento además de exigir debe actuar. Colau nos tiene muy acostumbrados a propuestas que no son de su competencia. No entendemos como ante una emergencia sanitaria se limita a denunciar el hecho. Toca actuar con responsabilidad.

Desde la coordinadora 5+1, con familiares en las residencias, se defiende que una vez haya pasado esta crisis, habrá que reformular el funcionamiento de estos equipamientos y convertirlos en socio-sanitarios. ¿Está usted de acuerdo?

Me constan las reivindicaciones. Además, ya han sufrido la mala gestión antes de esta pandemia. Debemos aprender de esta dramática situación, cambiar protocolos y mejorar para actuar diferente en el futuro.

La pandemia va ligada a un aumento de las desigualdades. Incluso en los barrios más pobres de Barcelona hay más casos de coronavirus que en otros barrios más ricos. ¿Qué explicación le da?

Estamos ante una enfermedad que afecta a todo el mundo. Pero es cierto que quienes tienen más dificultades económicas sufren más. A la incertidumbre en el tema sanitario se une la incertidumbre económica. Además, no podemos obviar que no es lo mismo un confinamiento sin las necesidades básicas cubiertas. Hemos llegado a esta situación con un gobierno que no está gestionando bien el área social. En Barcelona, antes de la pandemia, ya teníamos más de un 22% de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social.

¿A qué otras situaciones de desigualdades sociales y económicas tendrá que hacer frente el consistorio?

Por un lado, están las personas que ya estaban en situación de pobreza y, por otro, todas aquellas personas que están perdiendo su puesto de trabajo. Muchos autónomos, a los que el gobierno municipal no suele cuidar, pueden llegar a tener muchas dificultades sino se les ayuda con medidas económicas adecuadas. Hemos presentado una batería de medidas a nivel local con planes específicos para pymes y autónomos, pero de momento no hemos obtenido respuesta por parte de Colau y los socialistas.

¿Cuáles son las principales medidas que deberá tomar el gobierno de la ciudad para combatir las desigualdades?

Se tendrá que crear una oficina postCovid-19 para atender a todas aquellas personas que debido a las consecuencias económicas están en riesgo de pobreza y riesgo de exclusión social. Desde esa misma oficina se han de agilizar todos los trámites para que no haya demora en las ayudas que necesiten. También apostamos por la creación de un grupo de trabajo compuesto por entidades del Tercer Sector Social, el gobierno municipal y todos los grupos de la oposición para establecer a corto, medio y largo plazo las líneas de actuación ante las necesidades de los colectivos más afectados. Finalmente, defendemos establecer un protocolo de emergencia sanitaria y social como medida preventiva para futuras situaciones similares.

Usted es la presidenta del distrito de Sant Martí. ¿Cuál es la situación de la pandemia en esta zona de Barcelona?

Los vecinos están muy alarmados por la situación. Los ejes comerciales y las asociaciones de comerciantes nos han trasmitido que no han recibido propuestas económicas por parte del gobierno municipal. A pesar de no tener ingresos, siguen pagando facturas. En Sant Martí, hay personas que viven en situación de pobreza o en riesgo de exclusión social. Muchas familias han perdido los pocos ingresos que tenían. El gobierno municipal debe atenderlos. Se necesitan más acciones urgentes y prioritarias.

Muy probablemente, el Covid-19 dejará una crisis inmobiliaria en la ciudad, con muchas personas sin poder pagar hipotecas o alquileres. ¿Qué medidas se tienen que tomar para revertir esta situación?

Siempre hemos denunciado la falta de un parque de vivienda público y con esta crisis se va a hacer aún más evidente que es uno de los grandes problemas de este gobierno. No basta con suspender el pago del alquiler social unos meses. De forma inmediata, se deben dar ayudas para que las familias vulnerables continúen en sus viviendas. La colaboración público-privada debe empezar a funcionar. Y no olvidemos, como ya hemos propuesto, que Colau y Collboni pueden bajar impuestos, como el IBI, o aplazarlos, para no golpear más a las familias.

¿Usted es partidaria de regular los precios de los alquileres como plantea Colau?

No se ha demostrado por el momento que esa única medida sea efectiva. Además, no es de su competencia. Ya hemos visto como otras medidas que propone la alcaldesa no funcionan. Una de ellas es la destinar el 30% de las nuevas promociones a vivienda pública. Lo que se debería hacer son convenios de colaboración entre loss sectores público y privado para tener un parque de vivienda social a la altura de las necesidades reales.

Marilén Barceló, regidora de Ciutadans / HUGO FERNÁNDEZ



Otro sector que puede verse muy afectado por la crisis económica es el deportivo. Muchos equipamientos e instalaciones deportivas costará que vuelvan a abrir. Incluso se pueden dar caso de que haya ciudadanos que se den de baja por miedo a contagios. ¿Qué radiografía hace usted de este sector en la ciudad?

Muchos eventos se han suspendido por la pandemia a nivel global. Los Juegos Olímpicos, por ejemplo, se han pospuesto hasta 2021. Es evidente que va a haber unas crisis que afectará a los equipamientos locales y a acontecimientos de la ciudad. Hará falta un plan de ayuda para las empresas y entidades de este ámbito. La actividad física es fundamental. También se deberán garantizar los protocolos de protección para que los barceloneses puedan hacer deporte con total seguridad.

¿Le constan acontecimientos deportivos de la ciudad que, a partir del verano, y hasta finales de año se puedan suspender?

Estamos pendientes para ver que se anulará o se tendrá que posponer. Nos gustaría estar ante otro escenario, pero la prudencia y la prevención son claves en este momento.

La cultura es otro sector que puede salir muy tocado. Teatros, salas de conciertos, museos y otros equipamientos llevan semanas cerrados. Algunas voces plantean que este sector deje de pagar el IVA 0. ¿Cómo lo ve?

El sector cultural se ha visto también muy afectado y muchos equipamientos culturales han tenido que cerrar sus puertas. Se necesitan ayudas específicas y no podemos obviar que el gobierno municipal ha invertido poco en cultura, tanto en la anterior legislatura como en ésta. Al igual que en el ámbito deportivo, se tendrán que adaptar los equipamientos y eventos culturales a las medidas sanitarias necesarias para evitar los contagios.

¿Le prepcupa algún sector en concreto?

Hay un sector cultural que no ha sido escuchado. Las estatuas humanas de la Rambla han tenido que dejar de hacer su actividad y no están recibiendo ninguna respuesta por parte del gobierno.

En los equipamientos culturales de titularidad municipal, ¿qué haría Ciutadans si gobernara para paliar los efectos de la crisis?

Vamos a presentar un plan de Cultura para nuestra ciudad. Barcelona lleva cinco años sin un proyecto cultural, lo tenemos preparado y lo estamos adaptando a la situación actual. En este programa existen planes específicos para los equipamientos de nuestra ciudad. Además, consideramos que es vital potenciar la colaboración público-privada. Barcelona tiene que seguir siendo una ciudad atractiva para la inversión. En nuestro plan la perdida de proyectos como el Hermitage no está contemplada.

 No hay que tener alergia a la colaboración público-privada. ¡Todo lo contrario! 

¿Y qué soluciones plantean para el sector privado?

Este gobierno ha gobernado de espaldas al sector privado. Creíamos que con la entrada de los socialistas podía cambiar, pero vemos que siguen sin dar respuesta a sectores claves de la ciudad. Quienes pagan impuestos y generan empleo no están siendo escuchados. No hay que tener alergia a la colaboración público-privada. ¡Todo lo contrario! Su aportación siempre ha sido esencial para Barcelona. El gobierno debe cambiar y dejar de tomar decisiones que están siendo un obstáculo para el desarrollo de la actividad privada.

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