La Guardia Urbana rechaza que los agentes del cuerpo policial barcelonés y los bomberos municipales puedan utilizar material de protección contra el coronavirus que no sea distribuido por el propio Ayuntamiento. Así figura en un texto interno, al que ha tenido acceso Metrópoli Abierta, firmado por el responsable de relaciones laborales de la Gerencia de Seguridad y Prevención, Víctor F. Serrano.

El personal de la Guardia Urbana y de los bomberos, en el ejercicio de sus funciones, solo podrá utilizar los Equipos de Protección Individual suministrado por la organización municipal. Cualquier EPI suministrado por terceros no será susceptible de ser usado durante la jornada laboral", escribe Serrano.

PANTALLAS DISTRIBUIDAS POR CSIF

De esta manera, la concejalía de Seguridad y Prevención, que comanda Albert Batlle, niega que los agentes puedan utilizar las pantallas protectoras distribuidas hace unos días por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF). 

Según el secretario de Organización de CISF y agente de la Guardia Urbana, Eugenio Zambrano, por ahora, se han repartido unas 500 pantallas en policías y explica que su intención era hacerlas llegar a otros trabajadores de servicios esenciales del Ayuntamiento, como bomberos y servicios sociales.

USO PERSONAL

En un comunicado interno que CISF ha enviado a la plantilla de la Guardia Urbana, compuesta por 3.000 agentes, se explica que el material es para "uso personal" y que su utilización en horas de trabajo depende de la validación municipal, algo que no se ha producido.

Zambrano asegura que otras administraciones locales, como el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet, no han puesto ningún problema para el uso de este material en horas de trabajo. "Esta semana se repartirán pantallas a los agentes de la policía local de Santa Coloma".  

ESCASEZ DE MEDIOS

CSIF no entiende que el Ayuntamiento de Barcelona no haya autorizado el uso de las pantallas en horario laboral a pesar de la "escasez de medios de protección que tienen los empleados públicos". Zambrano dice que el reparto es una acción sindical más y que quien prohíbe el uso del material es el consistorio.

Zambrano destaca que las pantallas han sido fabricadas con impresoras 3D por parte de voluntarios, muchos de ellos funcionarios públicos de la provincia de Barcelona, a partir de material donado de forma altruista por distintas empresas.

LÁMINA DE PLÁSTICO RESISTENTE

La pantalla está hecha con un "soporte de fino lamina de aluminio", "es acolchada con una capa de espuma en la zona de contacto con la piel y lleva una goma elástica para su sujeción". Finalmente, incorpora una "fina lamina de plástico, transparente y manejable". La pantalla pueden ser limpiada con productos cotidianos de desinfección y es resistente al agua, el sudor y a los movimientos bruscos.