En el año 2019, Barcelona ayudó a 142 personas extranjeras que habían pedido acogerse al programa municipal de ayuda al demandante de asilo, Nausica. En este sentido, la mayoría de hombres y mujeres que se sumaron a este servicio eran originarios de cinco países (Ucrania, Honduras, Pakistan, Marruecos y Somalia), que sumaron el 50% del total de personas acogidas a dicho programa el año pasado.
Aunque, desde mediados de marzo y por culpa de la crisis sanitaria por el Covid-19, se ha reducido de forma clara el número de solicitudes de asilo en la capital catalana. Así lo ha asegurado en una rueda de prensa telemática este viernes el concejal de Derechos de Ciudadanía y Participación, Marc Serra.
"Estas personas vienen de un trauma tras tener que huir de su país de origen", ha asegurado Serra. Además, el joven regidor ha lamentado que el Gobierno de España haya denegado la solicitud de asilo al 84% de estos nuevos vecinos que se acogieron a este programa. Sobre todo porque, cuando se da esta situación, estas personas terminan en una situación administrativa irregular.
PRESUPUESTO DE 1,5 MILLONES
En el 2019, el Nausica disponía de 92 plazas para las que fueron pasando usuarios a lo largo de todo el año. La previsión es que en este 2020, gracias a una dotación presupuestaria de 1,5 millones de euros, esta misma cifra pueda aumentar a un total de 120 personas ayudadas al mismo tiempo.
Sobre las diferencias por cuestión de género, cabe destacar que el 56% de las peticiones fueron hechas por parte de mujeres, mientras que el otro 44% fueron realizadas por hombres. Además, el perfil del total de solicitantes de asilo en Barcelona el año pasado demostraba que el 70% tenía estudios de secundaria, un 20% universitarios y solo un 10% eran analfabetos.
Datos del perfil de los refugiados en Barcelona en 2019 / AJ. DE BCN
Por otro lado, el 43% de estos refugiados vinieron solos, otro 28% eran familias con dos progenitores, el 22% fueron menores de edad y el otro 7% eran familias monoparentales.
ASÍ ES EL PROGRAMA 'NAUSICA'
Según el gobierno municipal, el Nausica se ha convertido en un programa “de éxito”, que nació en 2016 dentro de la campaña Barcelona, ciutat d'acollida, especialmente, para la inserción socio-laboral de las personas refugiadas.
Esta idea del Ejecutivo local es una alternativa municipal al sistema estatal de asilo. Concretamente, se trata de un plan de trabajo integral e individualizado y planificado muy al detalle para cada caso.
LA IMPORTANCIA DE LAS LENGUAS
De hecho, el programa Nausica es bastante completo, puesto que abarca cinco ámbitos bastante relevantes con tal de ayudar al máximo a estos refugiados de guerra: el apoyo social, psicológico y profesional, el aprendizaje de idiomas, la orientación jurídica, formativa y laboral, el acompañamiento en la escolarización de niños y adolescentes y el trabajo en red.
Los cinco ámbitos que abarca el 'Nausica' / AJ. DE BCN
Sobre el tema lingüístico, Serra ha recalcado la importancia de que estos nuevos barceloneses aprendan tanto el castellano como el catalán para que puedan acceder a un puesto de trabajo en la capital catalana. El problema es que después estos trabajos suelen ser "muy precarios", alerta el concejal de BComú.