El que la sigue, la consigue. El grupo municipal de Ciudadanos había reclamado con vehemencia la reforma de los servicios sociales municipales, sobre todo después del colapso sufrido por la crisis sanitaria durante los últimos meses. La semana pasada, la portavoz adjunta de Ciudadanos en el consistorio, Marilén Barceló, señalaba que el Institut Municipal de Serveis Socials (IMSS) atendió en los últimos dos años a 163.000 personas con un tiempo medio de espera de más de 19 días para ser atendido. Durante la pandemia, las solicitudes del IMSS se incrementaron un 20%, lo que agravó el problema.

Las quejas no cayeron en saco roto: durante la última semana, el grupo municipal naranja mantuvo una serie de reuniones con el equipo de gobierno municipal que, al final dio sus frutos, hasta el punto de que Ciudadanos ha logrado transaccionar un texto que fue aprobado este martes en la Comisión de Derecho Sociales, Cultura y Deportes para reformar los servicios sociales municipales.

DOS ENMIENDAS

“De hecho, llevábamos desde hace años insistiendo con el tema, pero ahora ha llegado la oportunidad de pactar una salida. Nosotros partimos de la base de que, como medida de prevención, la atención al ciudadano ha de ser inmediata y desde el equipo de gobierno se ve también el tema de modo similar. Durante las negociaciones, nos presentaron dos enmiendas y no hubo problema en asumirlas y conformar un texto conjunto”, explica Barceló a Metrópoli Abierta.

En el texto acordado recoge que en el 2018 los servicios sociales visitaron a 83.967 personas, con un tiempo medio de espera de 20,13 días. En el año 2019, se atendieron a 79.575 personas, con una espera media de 18,3 días. La pandemia propició un aumento considerable de personas que reclamaban los servicios municipales y esa circunstancia ha hecho poner encima de la mesa la necesidad de la reforma de los mismos.

RESULTADOS EN TRES MESES

Así pues, el consistorio se ha comprometido a tener, en un plazo de tres meses, listas las medidas concretas para ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos. Entre esas medidas se encuentra “reducir las listas de espera, con un compromiso de atención a las personas en la misma semana en que se reciba la demanda y que los posteriores se ajusten a las necesidades reales de los usuarios”.

Otro de los compromisos que recoge la proposición pactada es “que el ciudadano no tenga que llamar varias veces o hablar con diferentes interlocutores hasta que le atienda la persona correcta. Por ejemplo, crear un Front Office que dé respuesta y realice las acciones correctas”. Esta es una medida que se implementará de inmediato.

VENTANILLA ÚNICA

También se acuerda impulsar desde el gobierno municipal, coordinado con la Generalitat de Cataluña, “una puerta de entrada única al sistema de servicios sociales y aceptar que cualquier informe y recomendación de los profesionales acreditados en las entidades sociales o en otros sistemas de bienestar con asistencia sanitaria o enseñanza tengan la misma validez técnica que un informe de los servicios básicos de atención social (SBAS)”.

El resto de las medidas aprobadas son más técnicas, como el ordenamiento más claro de los SBAS y del resto de tipología de servicios sociales básicos, la garantía de que haya un sistema de horarios para los profesionales y los usuarios de amplio abanico que facilite la atención a las personas, el trabajo comunitario, el trabajo en red o el grupal. Y, por último, el compromiso de presentar semestralmente a los grupos municipales presentes en el consejo rector del IMSS las estadísticas del número de personas atendidas, el motivo de la atención, el estado de la resolución del problema y las quejas y reclamaciones que se presenten.

CIERRE POR LAS TARDES

“Hay una cosa que me preocupa –señala Marilén Barceló–: es el horario de atención. Los servicios sociales hacen constar en su página web que durante los meses de julio y agosto cerrarán por las tardes y eso es una barbaridad, una irresponsabilidad. Los horarios se han de adaptar a las necesidades reales de los ciudadanos. Y ahora nos tememos que la emergencia social aumentará de modo importante tras la crisis del coronavirus”.

Los problemas que tienen los servicios sociales vienen dados por dos vertientes: en primer lugar, el personal es limitado. Ello redunda de forma negativa en la otra vertiente, los horarios de atención. Durante la pandemia, se vio que los servicios sociales fallaban. Prueba de ello fueron las colas que se formaban en las sedes oficiales mientras que el Ayuntamiento pedía ayuda a voluntarios para poder atender a la demanda.

“En el año 2014, el tiempo de espera media era de 20 días; en el 15, de 31 días; en el 16, de 27 días; en el 17, de 25 días; en el 18, de 20 días; y en el 19, de 18 días. Es decir, estamos casi en los mismos niveles que en tiempos de Trias. Pero eso demuestra que durante la pandemia, para dar cobertura a todos los servicios, partíamos de una situación negativa. De hecho, no estábamos preparados para una crisis de este calibre. Ni nosotros ni nadie. Eso se ha visto, pero tenemos la opción de cambiar la situación”, explica la representante de Ciudadanos. Ahora, el equipo de gobierno tiene la oportunidad de asentar las bases de una profunda reestructuración y crear unos servicios sociales efectivos y eficientes.

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