La Guardia Urbana ha impuesto casi un centenar de denuncias por no llevar la mascarilla puesta, detallan fuentes municipales a Metrópoli Abierta El balance de multas es desde el pasado jueves cuando el teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención, Albert Batlle, dio la orden de empezar a sancionar.

Desde el 8 de julio hasta el 15 de julio, cuando la Generalitat decretó que la obligatoriedad de llevar el cubrebocas aunque hubiera más de dos metros entre las personas, la policía local realizó 1.700 avisos. La pasada semana, Batlle advirtió en comisión que la tolerancia se acababa y que se empezaba a sancionar.

COMPRAR UNA MASCARILLA

Sin embargo, la orden interna que la Jefatura de la Guardia Urbana ha transmitido a los agentes, y a la que ha tenido acceso Metrópoli Abierta, es muy conservadora y permite a los infractores rectificar su comportamiento antes de ser multado. Incluso los policías consienten que las personas que vayan sin mascarilla se puedan comprar una si lado de donde se les han parado hay una farmacia o un supermercado.

Lo cierto es que el número de personas sin mascarilla en las calles de Barcelona sigue siendo muy elevado, con centenares de ciudadanos que se saltan la norma. Los hay que no llevan, otros que se la colocan en la mano o en el codo o, simplemente, la llevan por debajo de la boca. Este domingo en la calle de Rogent, en el distrito de Sant Martí, la Guardia Urbana hubiera podido hacer el agosto. 

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