La situación en la empresa pública Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) prescindirá esta semana de 100 conductores de autobús que tenían contrato temporal de sustitución este verano y que se extingue el día 25 de octubre, es decir, el domingo próximo. El sindicato UGT lleva semanas advirtiendo de que el servicio de autobuses puede verse afectado por esta decisión, que coincide “justamente cuando el servicio acaba de normalizarse con la apertura de los colegios y cuando hace falta más personal para evitar aglomeraciones de pasajeros que pongan en riesgo la salud de los barceloneses”.
Miguel Ángel Arias, secretario de Organización de la sección sindical de UGT, explica que con el despido de esos conductores se verá afectada la calidad de la Nova Xarxa de Bus, ya que “falta personal para cubrir la frecuencia, que ya de por sí no se está cumpliendo”. De hecho, recuerdan los representantes de los trabajadores, en los autobuses de fin de semana, la alcaldesa Ada Colau se había comprometido a que la espera de bus no superase los 8 minutos, pero esa frecuencia no se ha respetado y en algunas ocasiones la espera se alarga hasta casi una hora.
“NO FALTA PERSONAL”
Fuentes de TMB, por su parte, explican a Metrópoli Abierta que a los conductores “les finaliza el contrato próximamente, pero se debe recordar que fueron contratados para la temporada de verano y para la gestión de las lanzaderas con motivo de las obras del Metro. Se tratada de un contrato temporal que, como en cualquier otra empresa, se extingue a su finalización. Esta es la forma habitual de contratación tanto en TMB como en el resto de empresas de transporte para cubrir estas necesidades”.
Por otro lado, aseguran también desde la compañía que no falta personal en la empresa que gestiona los autobuses. “Actualmente, se está realizando una oferta del 100% del servicio y se continuará haciendo con la plantilla existente”, señala a este diario un portavoz de TMB.
Jordi Muñoz, secretario general de la sección sindical de UGT, señala a Metrópoli Abierta que la gestión “es nefasta. El nuevo equipo que ha entrado no sabe gestionar”. Al cese de los 100 conductores, añade el líder sindical, se suman otras irregularidades denunciadas en Inspección de Trabajo, por las que hay abiertos varios expedientes, como la de muchos trabajadores que llevan encadenando contratos temporales desde hace tres años y que han de pasar a ser indefinidos. “Hay 600 contratos en fraude de ley que llevan tres años con servicios prorrogados”, subraya el líder de la central.
¿FALLA LA ‘TASA DE REPOSICIÓN’?
Otro de los puntos de fricción es sobre las prejubilaciones de la empresa. El tema se trata en la reunión de negociación del convenio de buses que se celebra, precisamente, este jueves. En el marco del actual convenio, afirman desde UGT, no se puede llevar a cabo la “tasa de reposición”: se trata de que cuando alguien se prejubila, se pueda incorporar a otra persona con contrato indefinido. Afirma Arias que, a día de hoy, “se han cubierto ya todos los contratos indefinidos que fueron a cargos de confianza y ahora no se puede contratar a más gente si hay prejubilaciones. Esto es una falta de gestión y de previsión grave”, señala el dirigente ugetista.
Asegura que en otras ocasiones se había llegado a una situación similar, pero el tema se desbloqueaba al negociarlo con el AMB, que permitía la ampliación de los contratos indefinidos. “Pero los actuales gestores no lo han hecho y por eso nos encontramos en una situación delicada”, subraya. Desde la compañía, sin embargo, se asegura que “no es verdad que no se puedan jubilar parcialmente los empleados que cumplen los requisitos. Los contratos de relevo se siguen gestionando”.
PRESIÓN A JAUME COLLBONI
La organización ugetista afirma también que el 3 de mayo de 2019, poco antes de las elecciones, el hoy primer teniente de alcalde Jaume Collboni, exigía en el pleno del Ayuntamiento a la alcaldesa Ada Colau una “auditoría externa por la mala gestión de TMB”. Además, subraya el sindicato, se comprometió personalmente con los representantes de UGT a tomar las riendas de la compañía si había una mala gestión. “Pasado más de un año del compromiso adquirido por Jaume Collboni, en UGT seguimos esperando y exigiendo dicha actuación”, subrayan los representantes ugetistas, que apostillan que “fuimos al pleno,y luego hablamos privadamente con Collboni, que recogió el guante. El propio Enric Cañas [consejero delegado de TMB en aquel momento] estaba presente”.
Fuentes del consistorio, por su parte, apuntan a Metrópoli Abierta que “Collboni no es el encargado de TMB. Esa empresa no entra dentro de sus competencias y no puede tomar ninguna decisión al respecto”. De hecho, según algunas fuentes, el anterior consejero delegado, Enric Cañas, cesado hace tres semanas, juntamente con el director de la Red de Metro, Ramon Bacardí, habían llegado a encargar esa auditoría, pero sus resultados se han mantenido en secreto.