Entre las empresas predilectas del Gobierno municipal de Ada Colau, hay un nombre que destaca por encima del resto: Calaix de Cultura. La compañía barcelonesa no deja de sumar adjudicaciones, y la tendencia continúa.
La empresa sigue sumando galones en materia de gestión. A los diversos equipamientos que ya gestiona en Barcelona, sumará nuevas instalaciones. Concretamente, añadirá la dinamización del Centre Cívic El Coll-La Bruguera, y los casales infantil y de jóvenes del Coll. También gestionará el Espai de Gent Gran de este centro.
Para llevar a cabo los trabajos, Calaix de Cultura se hará con 717.882,74 euros procedentes de la administración barcelonesa, una cuantía que se suma a las elevadas cifras con las que se ha hecho desde el inicio de la pandemia.
CENTROS
Hace justo un año, la compañía firmó tres contratos por valor de 1,4 millones de euros. Este presupuesto fue el asignado para que los trabajadores se encargaran del día a día de los centros cívicos de la Casa Golferichs, Casa Elizalde y Fort Pienc.
Estas emblemáticas instalaciones son solo el entrante de la totalidad de centros administrados por Calaix de Cultura. Centros como el Cívico Elèctric, el Casal de Barri Can Rectoret, el Centro Cívico Vallvidrera Vázquez Montalbán, La Sedeta, Baró de Viver y los casales infantiles de El Turó y Vilapicina-Torre Llobeta también dependen de la misma empresa. Solo la gestión de los tres primeros supuso adjudicaciones por valor de 1,8 millones de euros.
Uno de los contratos más recientes se firmó el pasado verano. Esta vez, la partida desprendida del erario público ascendió hasta los 292.653,83 euros, destinados a la "dinamización y prestación de servicios socioculturales" en la instalación de El Sortidor, ubicada en el Poble-sec.
SOBRECOSTES
Calaix de Cultura destaca, también, por presentar numerosos sobrecostes. Bajo la justificación de compensar los "desequilibrios económico-financieros" que se dan en las instalaciones que gestiona, ha sumado diversas partidas.
Desde el inicio de año, los desembolsos municipales para garantizar el saneamiento de las gestiones que la compañía realiza en la capital catalana han superado los 200.000 euros.