Xavier Trias (Barcelona, 1946) ha sido el único alcalde nacionalista de Barcelona desde que se restituyó la democracia en España. Primer edil entre 2011 y 2015, visualiza los grandes problemas de la ciudad desde la distancia. Licenciado en Medicina y Cirugía, su diagnóstico de Barcelona es contundente. Considera que el gran problema radica en la mala gestión de Ada Colau, a quien valoraba mucho más como activista que como alcaldesa.

¿Qué diagnóstico hace de Barcelona?

Barcelona ha sufrido una pandemia que nos ha afectado a todos de una manera muy grave y, especialmente, a sectores como el comercio y la restauración. También a la gente, individualmente. El problema que tiene la ciudad es que el gobierno municipal no tiene un proyecto definido. Este gobierno llegó con muchas promesas que aún esperan. Todo ha quedado en teatro, de discurso fácil, pero las realidades no se ven. En temas sociales tenemos más pobres y sintechos que nunca. No veo que la señora Colau tenga una buena receta.

¿Cuál es la mejor receta para luchar contra la pobreza?

La única manera de luchar contra la pobreza es creando empleo, pero ella cree que se debe luchar contra la gente que crea actividad económica. Es un error que nos hace perder oportunidades. Es evidente que la actividad económica debe ser sostenible y planificada, pero no la veo.

¿Cómo explica que las distancias entre los barrios ricos y los pobres crezcan con un gobierno progresista?

Las distancias aumentan porque no tienen las ideas claras. La lucha contra la pobreza no se soluciona con subvenciones, sino creando puestos de trabajo. Será muy difícil superar esta pandemia. No es lo mismo luchar contra la pandemia en el Eixample que en el Raval. En Barcelona no se ven barracas, pero la población de Cataluña ha pasado de 6 a 7,5 millones de habitantes. ¿Dónde se han instalado todas estas personas que han llegado? En los barrios donde la vivienda es más precaria. Tenemos casos en los que en pisos de 90 metros cuadrados pueden instalarse tres o cuatro familias. Es el barraquismo interior, un barraquismo que no se ve, que no molesta a la vista, pero que existe. La señora Colau no sabe liderar esta lucha, que no se hace en dos o cuatro años. Ella se encontró con una bolsa de 200 millones de euros para vivienda y debería buscar un gran acuerdo de ciudad para 10, 20 o 30 años. Pero Colau no se relaciona bien con la gente de los otros partidos. Tiene dificultades de relación y eso solo empeora las cosas.

El ex alcalde de Barcelona, Xavier Trias, responde al director de Metrópoli, Lluís Regàs / PABLO MIRANZO



Colau fue crítica con su política de vivienda, cuando era portavoz de la PAH. Ahora defiende su obra al frente del Consistorio mientras dispara contra la Generalitat, a la que acusa de hacer poco por mejorar el acceso a la vivienda.

Ella debería ser muy crítica consigo misma. Cuando estás en la oposición es muy fácil criticar y eso lo hace muy bien Colau. Cuando mandas, vienen los problemas. La falta de acceso a la vivienda no se puede solucionar sin un acuerdo amplio de 15 o 20 años. La sanidad de nuestro país funciona gracias a un acuerdo con todos los partidos. Ya no existe la excusa de que hace 20 años no existía el problema de la vivienda. Este tipo de acuerdos los intenta hacer el señor Collboni, pero está atrapado por esta forma de hacer extraña de Colau, de menosprecio, de no escuchar a la oposición, de ofenderse cuando la critican.

Durante su mandato, entre 2011 y 2015, activó una concesión de 25 años a SABA de los parkings del centro de Barcelona para, precisamente, conseguir liquidez para construir vivienda pública. ¿Dónde están esos pisos?

Sacamos 200 millones de euros que queríamos revertir en vivienda. Es un obsequio que le dejé a la alcaldesa, que se encontró un Ayuntamiento económicamente saneado y una bolsa de 100 millones ya destinados y otros para hacer vivienda. Barcelona es una de las ciudades de Europa que tiene menos vivienda social. Gobiernos muy progresistas, con el PSC y con los comunes, han sido capaces de transformar urbanísticamente desde el Hospital del Mar hasta el Besòs, pero ¿cuántas viviendas de alquiler a bajo precio del Ayuntamiento se han hecho? Un desastre. En los años 50, cuando hubo un gran acontecimiento como el Congreso Eucarístico, se hicieron las viviendas del Congrés con un gobierno facha. Pero ellos, que se llenan la boca tanto de progreso, no las han hecho. Colau tiene claro que protestará y culpará a los jueces, porque es mejor activista que gestora. La suya es una política de mando y ordeno.

¿Barcelona tiene un problema de inseguridad?

La inseguridad ha disminuido con la pandemia, pero subirá cuando regresen los turistas. Tenemos una solución social muy difícil. La lucha contra la pobreza solo se soluciona creando actividad económica. Hay mucha gente que no tiene papeles regulados, no los puedes expulsar y no los dejamos trabajar. Estamos creando un invento malévolo. No entiendo que el PSOE no haga una normativa para regularizar a las personas. Si no los expulsas y no le das un trabajo, estás empujando a estas personas a la venta irregular y cosas peores.

En los últimos barómetros del Ayuntamiento de Barcelona, la inseguridad figura como el gran problema de la ciudad, pese a que hayan disminuido los delitos durante la pandemia como usted dice. ¿Por qué existe esta percepción de la ciudadanía?

Ahora la inseguridad es más evidente. Hay menos incidencias, pero antes robaban a los turistas y ahora a los nativos. La inseguridad siempre es una preocupación. Barcelona necesita más agentes de la Guardia Urbana. En 1991, antes de los Juegos Olímpicos, la ciudad tenía 3.500 guardias urbanos y había pocos turistas. Ahora no llegamos a los 2.900 agentes. Hay pequeños delincuentes y, sobre todo, bandas organizadas, que ven Barcelona como un lugar atractivo para actuar. Necesitamos más Guardia Urbana y más agentes de los Mossos. Otra cosa que no ha sabido hacer la señora Colau es dar fuerza y confianza a la Guardia Urbana. Un alcalde manda sobre la seguridad de la ciudad y se lo ha de creer. La Guardia Urbana de Barcelona no puede dedicarse únicamente a temas de convivencia y tráfico. Tiene que ayudar a los Mossos.

El exalcalde de Barcelona Xavier Trias durante la entrevista con Metrópoli Abierta / PABLO MIRANZO



Esta semana se ha hablado mucho de la ampliación de la tercera pista del aeropuerto. La posición de Colau es clara, de oposición, priorizando el medioambiente respecto a los intereses económicos. ¿Cuál sería la suya si fuera alcalde de Barcelona?

En primer lugar me gustaría regañar al presidente de AENA, Maurici Lucena. Las cosas no se hacen así. No puede venir un día y sacarse un conejo de la manga, diciendo que hará una inversión de 1.000 millones de euros, sin haber hablado antes con la alcaldesa de Barcelona ni con el alcalde de El Prat. Los espacios próximos al aeropuerto han sido declarados naturales y para desclasificarlos se requiere un plan bien estructurado.

El debate viene de lejos.

No, no. Yo, por ejemplo, soy un opositor total a la cuarta pista. Sería un disparate. Alargar la tercera pista es posible pero tiene dificultades. No se trata de estar a favor o en contra. Aunque sea plausible, nosotros mismos nos hemos impuesto unas normas que requieren cambiar la calificación y compensaciones, y AENA lo ha hecho muy mal. Es una oportunidad tan importante que no debe generar crispación entre la gente. Este lío viene de la antigua ampliación de El Prat. Es  complicado, pero sería importante hacerlo. Hay pocos aeropuertos que estén tan cerca de una ciudad importante como Barcelona. Esto genera problemas de ruidos.

Entonces... 

Otra apuesta importante pasa, a través de la conexión con el AVE, por potenciar los aeropuertos de Reus y Girona. En AVE hay media hora de Girona a Barcelona y muchos aeropuertos están más lejos de las ciudades. Este tema requiere un gran pacto. Madrid no tiene que decidir. Este grado de dependencia es insultante. Por eso la gente se vuelve independentista. El problema de Cataluña es que estamos tan mal financiados que estamos arruinados.

Otro largo debate durante este mandato ha sido la ubicación del Hermitage, que suscita grandes discrepancias entre el PSC y los comunes.

Es una vergüenza. El único debate debería girar alrededor de la solvencia de los inversores. Como alcalde dejé claro que no pondríamos dinero en este museo. Es un negocio privado y tendríamos que ponerle una alfombra roja a los inversores. Yo quería que se construyera en el Palacio de aduanas de Barcelona, pero en Madrid no quisieron. Ahora, la señora Colau no explica la verdad. Los actuales terrenos en un inicio tenían un uso comercial, pero se aprobó un cambio de usos. Una superficie comercial allí era una tontería, por eso se apostó por dedicarlo a un museo. Colau intenta hacer la guerra encargando proyectos que hagan la competencia al Hermitage. Podemos desarrollar más proyectos en otros lugares, como un centro tecnológico. Es una pataleta ir contra el Hermitage. 

Esta semana, en su intervención en el Cercle d'Economia, Colau hizo un discurso triunfalista sobre la Barcelona que está construyendo, con un modelo económico sostenible y verde. ¿Lo comparte?

Todos estamos a favor de una economía verde y sostenible, pero se le ha de exigir a la señora Colau que explique y concrete qué modelo tiene. Ahora se está tragando cosas que dijo en el pasado. Tuvo que rectificar con el Mobile y con Telefónica, que en un inicio criticaba. Pero propositivamente, ¿qué piensa hacer por Barcelona? Núria Marín, la alcaldesa de L’Hospitalet, tiene las ideas más claras que ella. Colau tendría que ir con la maleta a vender Barcelona a Nueva York, París, Londres y Roma, como hice yo cuando fui alcalde.

El exalcalde de Barcelona Xavier Trias y el director de Metrópoli, Lluís Regàs, durante la entrevista



¿El independentismo ha hecho daño a la marca Barcelona?

Yo creo que no. Nos hace daño a nosotros porque hay una acción represora del Estado tremenda para que las empresas saquen sus sedes de aquí. Esto hace daño. Cuando sales fuera, encuentras una situación muy afectuosa. Me pasó con el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que no está a favor de la independencia de Cataluña pero no entendía la reacción del Estado español. Hay gente que ha intentado que el Mobile se fuera de Barcelona. Gente del Gobierno se ha portado bien, pero otra no. Quien se ha portado muy bien es el señor John Hoffman. Él ha dicho que nunca trasladará el Mobile a Madrid si tiene que abandonar Barcelona.

¿Qué le parece el urbanismo táctico de Colau?

Fatal. Es como un chiste, un desastre. Es una burla a la ciudad del diseño que se construyó en su día. Barcelona, tal vez pretenciosamente, hizo una apuesta por ser una ciudad que cuidaba de manera especial el diseño. Eso nos dio mucha fuerza y disciplina. Es una cosa muy extraña, tanto que no sabes en qué acabará. Es un error. Ella no tiene claro qué ha de ser el Eixample.

¿Teme que la superilla del Eixample colapse Barcelona?

Hay superillas que están bien. Yo soy uno de los inventores de las superillas. El problema es cuando haces superillas sin sentido. La primera, que es la del Poblenou, no lo tiene. Sí lo tiene la de Sant Antoni. Si la hubiera hecho yo y ella estuviera en la oposición, estaría protestando con pancartas. Cuando haces una mejora en un barrio determinado, aunque cree algunos inconvenientes, es evidente que comportará un aumento de los precios. He vivido la transformación del Born. Si mejoras, el piso que valía 500 ahora vale 800 euros al mes. ¿Esto es bueno o malo? Es malo si no eres capaz de crear vivienda social. Es un problema de tempus. Las prisas en hacer según qué cosas no es lo mejor.

En 2009 defendía la unión del tranvía por la Diagonal. Hoy es crítico. ¿A qué se debe este cambio?

Yo desde el primer día he estado en contra de la unión del tranvía, desde el momento en que hay autobuses eléctricos. El tranvía tenía sentido como herramienta de energía limpia. Hoy hay autobuses articulados. Hereu hizo una consulta en el que nuestra posición era muy clara por el no. Es tirar el dinero, un disparate. Es poner una barrera que no tiene ningún sentido en el siglo XXI. Sería distinto si un día hubiera un alcalde que quisiera hacer de la Diagonal un paseo verde, sin coches. Es muy atrevido. Poner un armatoste como el tranvía que ocupa gran parte de la Diagonal no es una buena idea. Es un error.

Recreación de la unión del tranvía por la Diagonal / AJUNTAMENT DE BARCELONA



Elsa Artadi ha descartado ir al Govern para dedicarse exclusivamente al Ayuntamiento de Barcelona. ¿Junts per Catalunya ha pensado más en la Generalitat que en Barcelona en los últimos años?

Para hacer política, has de ser conocido. Durante una época, entiendo que se busque la notoriedad de una persona para después poder optar a ser alcalde de Barcelona. Lo hacen todos los partidos. Antes de ser alcalde fui conseller de Salut. Artadi ha tomado ahora la decisión de dedicarse únicamente a Barcelona. Es la única opción para ser alcaldesa. Es una gran líder. Ha de abandonar los temas nacionales y ha de jugar a fondo el tema de Barcelona. La señora Colau está en horas bajas, tocada. Es una mujer lista, con capacidad de reacción, muy teatral.. y no podemos confiarnos. Solo se puede ganar con proyecto, honestidad y explicando las cosas claras. Elsa está capacitada para ello. Es una persona técnicamente muy buena y está muy bregada políticamente. Las ha visto de todos los colores.

¿Qué opinión le merece el papel de Jaume Collboni, el líder del PSC?

Ha de tomar una decisión. Él es el colaborador de Colau, y gracias a él ella es alcaldesa. Ya podría haber cambiado su manera de hacer. Él tiene un problema y es que Colau no le hace ni puñetero caso. Él intenta salir en las fotos buenas, pero no conocemos su proyecto. Es probable que en los próximos meses Collboni acabe enfrentándose a Colau, a menos que quiera seguir siendo una muleta de los comunes. Si quiere mandar, él ha de explicar qué piensa hacer distinto de Colau. Es difícil gobernar y decir que no te gusta lo que hace Colau. Es un ejercicio complicado desde el punto de vista intelectual.

Colau ha denunciado que es víctima de muchas fake news. Usted también sufrió una campaña por unas cuentas en Suiza en la que participó la actual alcaldesa de Barcelona y que demostró ser falso. ¿Le ha pedido disculpas alguna vez?

No. Ella siempre dice que no lo ha hecho, que critica al partido pero no a la persona. Ella utiliza siempre estrategias teatrales. Es una buena actriz. Yo estoy contra las fake news, sea contra quien sea. No me gusta que un alcalde tenga la manera de ganar las elecciones haciendo este tipo de política. Hay cosas que a mí no me gustan. La señora Colau es alcaldesa gracias al señor Valls y esto es una vergüenza. Dice que no le pidió el voto. Igual se piensa que nos chupamos el dedo. El día que perdí las elecciones, yo llamé a Colau y la felicité. En las pasadas elecciones la política entró en juegos muy extraños. Si tú te pasas el día tuiteando y metiéndote con la gente, la gente se meterá contigo. Yo no necesito que me pidan disculpas. Mi objetivo en política no es destrozar al adversario. Hay gente, en cambio, que piensa que hay que destrozar al rival. Yo estoy contento de ser amigo de Joan Clos y Jordi Hereu. Son dos personas que si me piden un favor, les ayudaré. Son maneras de entender la política.

Xavier Trias, durante la entrevista en la sede de Metrópoli / PABLO MIRANZO



El futuro de las ciudades pasa por las grandes metrópolis. ¿Junts per Catalunya tiene una visión metropolitana?

Nosotros hicimos una apuesta por el AMB. El área metropolitana se encaró mal por parte de Pasqual Maragall, que la utilizó para enfrentarse a la Generalitat, pero una serie de personas arreglamos la situación. En este sentido fue muy importante el alcalde de Cornellà, Antoni Balmón, y modestamente creo que he colaborado al modelo actual del área metropolitana. La gran discusión es si el área metropolitana ha de tener la actual dimensión o ha de ir más allá. Terrassa y Sabadell no querían ser del área metropolitana. El AMB podría hacer más cosas, pero no funciona mal. Va cogiendo fuerza. El gran problema es si la gente se cree que el área metropolitana ha de funcionar como un ayuntamiento. El presidente del AMB no se ha de nombrar por elección directa. El día que se haga, hundirán el área metropolitana. El alcalde de Barcelona solo admitirá al presidente de la Generalitat por encima.

El concejal del PSC, David Escudé, le acusó de ser el responsable de que Barcelona no tuviera una etapa del Tour en 2014.

Sí. Renunciamos a una etapa del Tour y la pospusimos porque no teníamos dinero. Yo entré como alcalde de Barcelona, y eso debería explicarlo David Escudé, con un déficit ese año de casi 600 millones de euros. Desde pequeño me han enseñado que si no quieres ser dependiente, no debes tener deudas inasumibles. Mientras gobernamos hicimos un trabajo de limpieza económica del Ayuntamiento para que no lo pudiera intervenir ni el Estado ni la Generalitat. Durante estos años hicimos una apuesta importantísima por el deporte y por tener acontecimientos internacionales continuos en Barcelona. También dijimos que no a la Ryder Cup.

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SEGUNDA PARTE DE LA ENTREVISTA A XAVIER TRIAS (VÍDEO)

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