Un total de 30 empresas presentaron ofertas para suministrar mascarillas FPP2 al Ayuntamiento de Barcelona. El contrato no era muy voluminoso, pero la gran concurrencia de oferta demuestra la cantidad de empresas intermediarias en el sector sociosanitario que han florecido con motivo de la pandemia del covid-19. Las mascarillas irán destinadas a los efectivos de la Guardia Urbana y del Servicio de Protección Civil, Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS). Un informe justificativo del consistorio barcelonés señala que ambos servicios están considerados esenciales y que sus actividades “no se pueden prestar en modalidad de teletrabajo”.

Además, añade el informe aludido, “a menudo implican contacto directo con los ciudadanos, por lo que es necesario dotar a los bomberos y a los agentes de los equipos de protección individual idónea para protegerse de una posible infección por el CAR-CoV-2. En el caso de las vías respiratorias, este material son las mascarillas filtrantes con nivel de protección FPP2”.

Un guardia urbano con mascarilla descarga un paquete / TWITTER GUARDIA URBANA



LA MITAD, EXCLUIDAS

El concurso se dividió en dos lotes: el primero era de mascarillas FPP” blancas con arnés para las orejas, destinado a los agentes de la Guardia Urbana. Fue en este lote donde presentaron ofertas un total de 30 empresas diferentes, aunque quince de ellas fueron excluidas por “incumplimiento de las condiciones de solvencia técnica exigidas”. Otras dos fueron también excluidas, una por presentar su oferta fuera de plazo y la otra por una cuestión técnica, al presentar la oferta técnica en el sorbe la económica y viceversa.

A pesar de ello, el del suministro de mascarillas es uno de los concursos con más ofertas que ha tenido el consistorio de la capital catalana en los últimos años. Teniendo en cuenta que la mayoría de las licitaciones cuenta con uno, dos o tres posibles adjudicatarios, el hecho de que tres decenas de empresas se hayan interesados no deja de ser peculiar. Esta peculiaridad puede ser atribuida a la multiplicación de empresas nacida a la sombra de la crisis sanitaria, que buscan su supervivencia en el campo de la intermediación sociosanitaria. El hecho de que la gran mayoría de empresas fuesen eliminadas por falta de solvencia técnica deja al descubierto la poca profesionalidad de muchas de estas firmas, que improvisan su actividad según las características del mercado.

90.000 MASCARILLAS PARA LOS URBANOS

Del resto de empresas cuya oferta fue aceptada, el contrato recayó en la firma Gaspunt, que tendrá 8 meses para entregar como mínimo 90.000 mascarillas destinadas a la Guardia Urbana (se prevén cinco entregas de 18.000 unidades cada una). El contrato le supondrá a esta compañía 87.120 euros. Se trata de mascarillas plegables, con eje de pliegue vertical y talla única, que “debe garantizar un ajuste hermético ante la atmósfera ambiente, en la cara del portador, independientemente de que la piel esté seca o húmeda, o que la cabeza esté en movimiento”.

El lote dos corresponde a mascarillas para bomberos pero la sujeción no es en las orejas, sino por detrás de la cabeza. A este lote, presentaron oferta sólo 18 empresas, algunas de ellas también candidatas a hacerse con el lote 1. En esta ocasión, fueron excluidas 11 ofertas por no tener las condiciones de solvencia técnica exigidas y otra firma por presentar la oferta fuera de plazo. Este lote fue adjudicado a la empresa Aubert por 77.440 euros. La empresa también tiene ocho meses para suministrar el material: la primera entrega será de 20.000 mascarillas y las cuatro restantes, de 15.000 cada una. Se prevé que pueda haber una sexta entrega “con todas las unidades pendientes y de acuerdo con las indicaciones hechas por el departamento de Logística e Infraestructuras [del Ayuntamiento] y siempre antes de la finalización del contrato”.

Tres camiones de Bomberos en la parada de metro de Lesseps / METRÓPOLI



A 96 CÉNTIMOS POR MASCARILLA

El precio unitario de cada mascarilla, tanto las que van sujetas a las orejas como por detrás de la cabeza es de algo más de 96 céntimos. Todo el material ha de ir perfectamente embalado, con identificaciones y marcas visibles, el año de fabricación y de expiración de vida útil. Además, ha de cumplir los requisitos marcados por la normativa europea en cuanto a seguridad y prestaciones.

Curiosamente, Aubert es una firma familiar de suministros industriales que es suministradora habitual tanto del Ayuntamiento de Barcelona como de sus organismos públicos. También trabaja con varios Ayuntamiento del área metropolitana y con la Generalitat, a quienes ha suministrado abundante material para utilizar en la pandemia. Gaspunt es otra empresa familiar leridana, aunque no tiene una actividad continuada con el consistorio barcelonés. En cambio, sí que es una de empresas reconocidas por la Comisión Central de Suministros, dependiente de la Generalitat, para suministrar material para combatir el covid.

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