El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Ayuntamiento de Barcelona han acordado este miércoles la puesta en marcha de una prueba piloto para testear el modelo de inserción sociolaboral en beneficiarios del ingreso mínimo vital.

Esta prueba tendrá dos años de duración y contará con un presupuesto de 10 millones de euros, que procederán de los fondos europeos Next Generation.

La capital catalana será la primera ciudad del país en probar este modelo, en el que participarán un mínimo de 1.000 barceloneses que cumplan los requisitos para ello.

OFICINA ÚNICA

Según ha informado el consistorio, el proyecto se basará en la creación de una oficina única que ayude al desarrollo de itinerarios de políticas activas en función del perfil de cada persona, que se combinará con el ingreso mínimo vital para potenciar la inclusión sociolaboral de los participantes.

Además, el programa tendrá en cuenta el refuerzo de vínculos relacionales y comunitarios para que la inclusión vaya más allá de la garantía de rentas y el acceso al mercado laboral.

Con esta iniciativa se inicia un plan en el que el Ministerio de Inclusión contará con 298 millones de euros para realizar este tipo de proyectos en ciudades españolas durante 2022 y 2023.

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