El largo viaje administrativo de la conexión del tranvía cuenta ahora con un nuevo hito en su camino: el Ayuntamiento de Barcelona acaba de contratar a la compañía Catarqueòlegs para realizar el control de calidad de las obras de la primera fase. La contratación se hará a través de Bimsa, la empresa municipal que se ocupa de las obras públicas, tal y como acordaron el consistorio barcelonés y la Autoridad del Transporte Metropolitano el pasado 23 de febrero. Un informe municipal firmado por Jordi Campillo, consejero delegado de Bimsa, justifica la contratación señalando que “en el presente caso, lo que se pretende contratar son los servicios de control de calidad de tal manera que se cuente con un único responsable del control de calidad para todas las obras”.

Un documento interno de Bimsa, firmado por su director general, Ángel Sánchez, el pasado 7 de junio, detalla, sin embargo, que “la naturaleza y extensión de las necesidades a satisfacer mediante el presente contrato consiste en las tareas relativas a la vigilancia y el tratamiento arqueológico en el espacio correspondiente a las obras de urbanización del Parc Canòpia, en el Distrito de Sant Martí y el Distrito del Eixample”. En el encargo también se incluyen las obras del vestíbulo de acceso en el Disseny Hub  Barcelona (DHUB), ubicado en el emblemático edificio de Glòries que también acoge, entre otras, la sede de Foment de les Arts i el Disseny (FAD), el Museo de las Artes Decorativas, el de Cerámica o el Centro de Diseño de Barcelona.

Disseny Hub Barcelona



CLÁUSULAS DEL CONTRATO

El cometido final es, pues, vigilar las obras del proyecto de urbanización en la conexión del tranvía entre la plaza de Glòries y la calle Girona. El contrato fue formalizado el pasado 22 de septiembre y en él se contiene un apéndice sobre la protección del patrimonio arqueológico. En su punto número 9, el contrato incluye una cláusula según la cual Catarqueòlegs o cualquier empresa filial suya “no podrán realizar operaciones financieras en paraísos fiscales –según la lista de países elaborada por las instituciones europeas o avaladas por éstas o, en su defecto, por el Estado español–, o fuera de ellos y que sean consideradas delictivas, en los términos legalmente establecidos como delitos de blanqueo de capitales, fraude fiscal o contra la Hacienda pública”. Esta condición tiene, remarca el texto, “carácter esencial”.

En su punto número 12, se obliga a la adjudicataria a “guardar secreto y mantener en la más estricta confidencialidad toda la información, documentación datos, antecedentes, etc, a que tenga acceso o conocimiento en cumplimento de este contrato”. Toda información relacionada con la calidad o la ejecución de las obras de la conexión del tranvía sólo podrá ser comunicada a personal “autorizado expresamente por Bimsa”. El deber de confidencialidad se mantendrá no sólo a lo largo de la ejecución del contrato (que se prevé de casi dos años), sino por un plazo mínimo de cinco años a contar desde la finalización del mismo.

Imagen del tranvía, junto a Glòries, en el distrito del Eixample / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA



CUESTA MÁS DE 70.000 EUROS

Al concurso se presentaron dos empresas. Catarqueòlegs ganó por poco más de dos puntos a su competidora: en el apartado de valoraciones técnicas le sacó 0,60 puntos y en la puntuación automática la ventaja fue de 1,48 puntos. Esta diferencia se debió a que la oferta de la ganadora era 258,5 euros más barata que la de su competidora y eso supuso la ventaja citada. El precio final que costará al erario público el contrato asciende a 70.837 euros.

Catarqueòlegs es una empresa creada por el doctor en Historia Antigua y Arqueología de la UAB Jordi Morera (también es el arqueólogo municipal de Bolvir), el historiador de la UAB Òscar Trullàs (es arqueólogo municipal y director del Museu de Artès) y el arqueólogo Patxi Ozcoz. Los tres tienen amplia experiencia en el sector, suman más de 300 direcciones arqueológicas y cuentan con colaboradores especializados en distintos ámbitos, como antropólogos, restauradores, museólogos o topógrafos.

OTRO EXPEDIENTE ABIERTO

Paralelamente, Bimsa tiene abierto un expediente para la adjudicación de los servicios de control de calidad de esas mismas obras de la primera fase de la conexión por un presupuesto de 997.816 euros. Este expediente lleva el código 245.2021.007, mientras que el de Catarqueòlegs lleva el código 245.2021.006. A ese segundo contrato concurrieron dos uniones temporales de empresas (UTE) y una compañía de ingeniería. La oferta más económica presentada corresponde a una de las UTE, por un monto de 922.000 euros. De momento, no se ha notificado al portal de la contratación la decisión de los responsables de Bimsa.

Esta nueva contratación, sin embargo, es sufragada a medias por el Ayuntamiento y por la ATM. El proyecto de control de calidad se divide en tres partes: el proyecto Canòpia, el proyecto Diagonal y el proyecto Tamvia. Según los planes de Bimsa a que ha tenido acceso este diario, el presupuesto previsto por los técnicos para el primero es de casi 157.000 euros (el presupuesto de las obras asciende a 20,7 millones); el de Diagonal es de más de 372.000 euros (el presupuesto de esta obra es de 34,2 millones); y el del proyecto Tranvía es de más de 476.000 euros (la obra asciende a casi 38,5 millones de euros).

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