¡Gracias!, gracias al tejido asociativo y a los barceloneses y barcelonesas, que, particularmente, llenasteis la plaza Sant Jaume y mostramos juntos el descontento que se respira en muchos sectores de la ciudad. Porque queremos poner fin al periodo de degradación y desánimo que vive Barcelona y lograr que la ciudad recupere su liderazgo que la ha convertido en una referencia en Europa durante mucho tiempo.
¿Y cuáles son los objetivos ahora? Desde Barcelona es imparable queremos visualizar que se debe substituir el desánimo actual por el entusiasmo, la tristeza por la alegría, la pobreza por las oportunidades y el parón por una nueva Barcelona imparable. Porque la Barcelona del No que se ha instalado en la ciudad, debe dar paso a la Barcelona del sí. Es necesario que la capital vuelva a escuchar a su gente, que redistribuya mejor la riqueza y reduzca las desigualdades. Que promocione el papel activo de la mujer trabajadora y se comprometa con las persones más vulnerables.
Barcelona debe garantizar empleo y servicios de calidad para toda la ciudadanía. Queremos un modelo de desarrollo respetuoso con el entorno y el medio ambiente, basado en un ecologismo moderno, en la lucha contra el cambio climático. En la concentración de este jueves reivindicamos que es necesario recuperar el orgullo de pertenencia a esta ciudad y volver a explicar que estamos y vivimos en la mejor ciudad del mundo: Barcelona.
Barcelona hoy nos necesita más que nunca. Y por eso, como señal de protesta, como señal de disconformidad, sacamos una tarjeta amarilla a la gestión municipal que se está llevando a cabo en estos últimos años en la ciudad. Un aviso que constata que los barceloneses y barcelonesas estaremos atentos en los próximos meses para, si no hay una clara mejoría, volver a salir a la calle, pero en esa ocasión para sacar una tarjeta roja.
Esperamos que nos escuchen y actúen en consecuencia. Porque ¡Barcelona es imparable!